IX
Suena el teléfono fijo de toda la vida, es Manuela que atiende a la llamada perdida, todo fenomenal hemos visitado ya dos veces, la casa y última morada del escritor León Tolstoi que está situada a escasos catorce quilómetros al sudoeste de Tula, en este maravilloso lugar Tolstoi se inspiró y escribió sus célebres obras: Guerra y Paz y Ana Karenina, Ernesto está como trastornado y habla de ir una tercera vez; en general son gente educada y muy formal, a principios de la semana que viene estaremos de vuelta con los trillizos...sí, sí, lo del premio, bueno vamos a estar muy ocupados, tienen un solo mes de vida y son tres, pero bueno se intentará cumplir aunque sea bajo mínimos...por aquí todo bien, sin novedad, les dice Penélope para no preocuparles. Suena de nuevo el teléfono, es la encargada de la centralita telefónica de la clínica concertada: La Milagrosa, le comunica que Ulises está consciente y fuera de peligro, pero aun así va a permanecer en la UCI por unos días, probablemente a mediados de la semana entrante, será dado de alta, no se preocupe. Sí, puede pasar a visitarlo cuando lo desee. Adiós. Parece que, una vez más, la realidad que le toca vivir opta por tomar el camino de la cordura. Respira profundamente, ha decidido meterse en cama para intentar salir del bucle; mira con bastante desdén hacia el montón crecido de cuentos o relatos que le han entregado para su valoración los del premio y festiva les saca la lengua...Ya está entre las suaves sábanas, bajo palio como le gusta decir a un amigo, ahora se coloca el antifaz para dormir, ha tomado además un par de somníferos...suena de nuevo el teléfono, no lo coge, ya está umbralando la primera fase del sueño...al otro lado del hilo telefónico se encontraba Javier Pérez Pescanova. Este cuarto miembro del jurado cotiza como autónomo en la empresa que tiene para el traslado de pianos y además es un escritorcillo de poca monta, soñador, incapaz de concluir una obra, amante de la fiesta y las faldas femeninas, que la llamaba para decirle que ya ha leído su montonazo de cuentos o relatos de un tirón y que en su modesta opinión uno de los mejores es: "La cabeza del escritor"; mientras tanto Penélope ya sueña que se está celebrando su boda con Ulises en la capilla de la Corticela, que Libertad, Manuela y Ernesto llevan las arras matrimoniales y la ayudan como pajes con el deslumbrante vestido blanco y el largo velo de tul...hasta que ve la cara del cura oficiante que, es la del ex soldado violador y asesino, que de improviso saca una catana y le corta la cabeza a Ulises, pero aun cercenada de cuajo, a ras de suelo, junto al altar, la cabeza dice:-"¿Y tener los pies planos?-Eso es lo más doloroso de todo porque desorienta, un hombre con los pies planos no tiene obligación de amar al prójimo ni de honrar padre y madre, un hombre con los pies planos hasta puede ser maricón sin que nadie le pida cuentas"-¿Y la corrupción y el morbo al que invita Kavafis, que le parecen?- Eso así a bote pronto es cosa más bien mala, ¿qué duda le cabe Silvio Calcaterra Gaspar?-No, ninguna, lo que pasa es qué...bueno vale, ¿y escribir un cuento o relato sobre el jurado de un premio literario que le parece?-Eso es como ser tatelo. "Y a mí me caen simpáticos" Al oír hablar la cabeza cortada de Ulises, con alguien invisible, el sacristán le pega una patada en la boca y le revienta todas las piezas de la mandíbula superior...Son las seis y media de la mañana, en este punto del sueño Penélope Cordero Rosa, se despierta bañada en sudor y algo asustada, no, no se ha hecho pipí en cama, de ella es el voto de calidad en caso de empate...y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Fin
Por R.S. Lago.
YOU ARE READING
LA CABEZA DEL ESCRITOR
Short StoryVamos a dejarnos de moderneces, tú lees y yo escribo, qué mas quieres?...