Había encontraba otro tótem! Era un indicio de una extraña maldición, donde por los terribles hechos ocurrido aquí, por alguna razón las personas perdían su rostro. Tenía la sensación de que algo no cuadraba, la historia estaba incompleta, así que tomé una pala y fui al fondo de la casa a encontrar respuestas.
Mientras iba de camino, cayó una lluvia intensa, por lo que tuve que dejar mi lente en la casa y continuar. Mientras más me acercaba al lugar, se me aparecían figuras extrañas a mí alrededor, sentí miedo pero, no pare la marcha. Llegué hasta el fondo y me encontré con los niños.
La verdad ya no cuestionaba lo real o no, solo quería que esto termine ¡con justicia o verdad! Así que ellos sin decir una sola palabra, me guiaron hasta el lugar donde debía empezar a cavar.
Estaba totalmente empapado por la lluvia, lleno de arena convertida en lodo mientras iba haciendo un agujero en la parte trasera de la casa, hasta que por fin, encontré un enorme cajón antiguo, donde llevaba las iniciales GR, junto a ella algo que decía En memoria a lo que una vez fue, el amor de mi vida
Mientras intentaba abrir aquel cajón, me empezaba a dar cuenta que, quien sea que haya dejado esa carta escondida, tenía algo que ver con Gloria, algo muy fuerte.
Fracasé en mi intento de abrir el cajón, así que la saqué por completo dándome cuenta de que estaba bajo llave, fui hasta la casa en busca de ella pues, estaba seguro que la llave era la que había encontrado con la carta. Pero en cuanto volví con ella, me encontré sorpresivamente a un anciano intruso frente al cajón.
¡Y ESTE NO ERA UN FANTASMA!
La lluvia iba parando lentamente, mientras aquella persona me daba la espalda observando el cajón. Estaba algo confundido pero, de igual manera me le acerqué despacio, él se dio cuenta de la situación hasta que por fin, me habló.
-Chico, ¡tú no sabes lo que estás haciendo! – Exclamó el desconocido, todavía dándome la espalda.
-¡Lo único que yo sé, es que quiero respuestas de esta maldición que persigue a mi familia! – Respondí.
-Él guardó silencio por unos segundos, luego giró hacía mí diciendo. – Tú no tienes ni idea de lo que podría pasar, si abrieras ese cajón.
-Por supuesto que lo sé, ¡obtendré respuestas! – Exclamé.
-¡Ni siquiera sabes lo que esta mujer hizo! – Me gritó, en medio de la tormenta, iluminando su enorme cicatriz que cruzaba todo su rostro.
-¿Quién eres y qué sabes? – Pregunté.
-Solía ser el fotógrafo. - Respondió sorpresivamente.
En cuanto dijo eso, sentí que perdía el equilibrio, el mundo me giraba intensamente, perdí la audición y entré en desesperación total.
-Chico, no te asustes - Dijo mientras se acercaba.
-¡¡¡ALEJATE DE MÍ, ASESINO!!!
-El anciano se detuvo y respondió - ¿Crees que tuve algo que ver con esto? ¡Fui yo quien llegó hasta el lugar al escuchar los gritos! – Exclamó enojado. - La Señora Gloria estaba enferma, no paraba de coleccionar tótem demoniacos, ¡Era muy conocida en el barrio! Era una bruja que realizaba rituales de todo tipo, hasta que un día, se atrevió a sacrificar a sus hijos.
-Yo lo miré detenidamente, hasta que le pregunté. - ¿Qué carajos haces aquí, ahora? ¿Y por qué tu nombre estaba en aquel espejo?
-Vengo a detener esta estupidez. ¡Tú no puedes quitar eso que está enterrado por años aquí! ¡Condenaras a todos! –Exclamó asustado el señor.
-¡Dime por qué tu maldito apellido está en ese espejo maldito! – Exigí enojado.
-Él me observó con aquella horrible cicatriz por un momento largo, luego respondió. – Yo la verdad... no sé de qué me estás hablando.
En ese momento, entendí que estaba mintiéndome. Luego del griterío, de bajo de aquella intensa lluvia, decidí dejar de hacer preguntas y proceder, así que fui acercándome lentamente, cada vez más Hasta que por fin estuve de frente ante aquel anciano, exclamé – ¡eres un maldito mentiroso! – De un golpe directo a su rostro lo hice a un lado, quitándomelo de encima y lo desenterré por completo.
¡Nos condenaras a todos! – Gritó el señor desde el suelo, una y otra vez. Mientras iba limpiando aquel cajón, iba tomando formas inexplicables, sin contar con todas las cosas que creía ver a mi alrededor incluyendo aquellos niños, que de alguna manera querían decirme que por favor tome prisa, agarré la llave y por fin, abrí el cajón.
En cuanto lo hice, aquel anciano tomó fuerzas y como pudo llegó hasta mí, diciendo que era el peor error que pude haber cometido en mi vida. Luego de eso corrió hasta el protón, cuando de la nada ese cajón se abre, desatando con él toda la furia con el señor.
Yo presencié una escena confusa pues no veía del todo bien porque no llevaba mis lentes, pero pude notar que un ente desconocido atormentaba aquel anciano que iba de salida, creía haber hecho lo correcto, hasta que vi el cajón con los huesos de una persona, dejando salir con él toda la verdad.
Gloria estaba ya detrás de mí, sin entender que pasó con la persona que salía corriendo, mientras yo entre lágrimas pregunté - ¿Qué es lo que en realidad pasó contigo, Gloria? - Se me acercó a mis espaldas mientras yo acariciaba sus huesos, tocó mi hombro y se dejó notar aquellas mangas blancas, tan blancas que parecían luces, cuando dijo – Esto no es coincidencia, discúlpame. Hace muchos años yo Me enamoré perdidamente de David Steffano, un fotógrafo famoso de la Ciudad de Ñemby, conocido por su excelente labor con las personas. Yo era apenas una joven de 17 años cuando conocí a Ricardo, mi esposo.
Ricardo era hijo del pastor, dueño de algunas tierras aquí en salinas, y yo una persona de escasos recursos con un bonito rostro, él se obsesionó conmigo de inmediato y con la presión de mis hermanos, terminaron arreglando mi vida por unos cuantos guaraníes. Me mudé con él luego de consumar nuestro matrimonio y, es ahí donde empezó mi infierno.
Era una persona extremadamente posesiva; celosa y violenta. Sus golpizas eran brutales, al punto de haber perdido a mi primer hijo durante mi embarazo. ¡Yo viví un completo infierno en esta casa durante años!
Ella había recuperado gran parte de su ser al abrir el cajón. Sin embargo, yo no sabía si era lo correcto pero, al llegar a la casa pude observar como todo volvía a la normalidad, mi familia volvía a la normalidad y cuando salió el sol, todos estaban bien. Me acerque a mi madre, ella exclamó - ¡Estás empapado! – Yo reí para luego responder – Sí, tuve que hacer algo muy importante esta madrugada. – Ella solo sonrío y dijo – Ya lo sé. – Yo la miré confundido, pero ya no quería seguir con eso.
ESTÁS LEYENDO
La Maldición del Barrio Salinas
ParanormalEn el barrio Salinas de la Ciudad de Ñemby-Paraguay, existe una casa que los vecinos evitan a toda costa pues, existe la leyenda que en el lugar ocurrieron sucesos terribles. Sin embargo, la familia de nuestro protagonista desconocía aquella leyenda...