Recuerdo que pasamos increíbles momentos juntos en la casa; Reíamos, contábamos historias sobre nuestras vidas, incluso por momentos bailábamos cuando se hacía de noche en la parte de atrás de la casa. Pero Marlen, era una chica totalmente impredecible, audaz y persuasiva Pero por sobre todo, malditamente atractiva ante mis ojos.
Un día, cuando nadie se encontraba en la casa fuimos hasta el cuarto de mi madre, donde había encontrado el hueco en la pared, fuimos a verificar nuevamente si había vuelto a la normalidad, pero en cuanto llegamos, no pude quitarle la mirada de encima. Estaba a medio metro mío, ella me observaba, yo hacía lo mismo. Me le acerque lentamente, un paso interminable Cuando la tuve de frente exclamé – Ya no puedo parar – Ella quedo hipnotizada por el momento, y luego respondió –No deseo que pares – Luego tomé su mano, froté el hermoso lunar que tenía en el meñique e intenté besarla. Cuando de pronto, ¡cayeron las fotografías de Gloria por toda la habitación! Arruinando todo el momento.
De inmediato nos hicimos a un lado torpemente, tratando de asimilar lo ocurrido en la habitación y viendo las fotografías. ¡Eran las fotos de los niños! Ella con las fotos en sus manos inentendible mente, empezó a llorar.
-Sujeté su rostro desconsolado con mis manos y pregunté – ¡¿Qué sucede?!
-No Yo ¡No lo entiendo! – Dijo. – ¡Se supone que estás fotos deberían estar quemadas! – Respondió.
-Pero Marlen, no entiendo ¡¿De qué me estás hablando?! – Pregunté desesperado.
-¡Que esto no debería de estar pasando! ¡Que es imposible que existan estás fotografías! – Exclamó cayendo de rodillas al suelo.
-Quedé callado por un momento, tratando de consolarla, la abracé confundido. Cuando tuve la oportunidad, dije. – Es que yo no entiendo, hace algunas semanas me dijiste que no sabías nada a parte la supuesta leyenda de la casa, no sabes quién fue Gloria, pero cuando te conocí lo primero que mencionaste fueron las fotos. – Ella guardó silencio de inmediato, me dio la espalda por un momento y no agregó nada - ¿Qué escondes? ¿Cuánto realmente sabes y por qué? – Insistía.
Ella evitó a toda costa responder mis preguntas, dijo que se le hacía tarde para llegar a su casa y se fue, llevándose consigo una foto en particular, pues yo no lo pude ver. La llamé al día siguiente para que vuelva, pero ella simplemente no respondió ni devolvió ninguna de mis llamadas Pasó una semana y ella ni sus luces.
Marlen nunca quiso decirme donde quedaba su hogar, yo solo sabía que era del barrio y mi madre tampoco sabía demasiado. Así que decidí buscar la razón de su bajón, solo eran fotos que no tenían que ver con ella. Pero, Y si ¿sí? Entonces empecé con teorías medio locas, a decir verdad, nada de lo que pasa aquí es muy normal que digamos. Las cosas extrañas tardaron, pero llegaron, entonces busqué a Gloria una vez más.
-Estás aquí, ¿No es verdad? – Pregunté por la noche.
Como nadie respondió durante una hora, decidí ir a la cama, cuando de pronto
-No te muevas chico, estás en un lugar seguro. La paz ha llegado gracias a ti ¿Por qué me buscas de nuevo? – Dijo el ente misterioso (Gloria).
-¿Paz? Si tienes paz, ¿Por qué estás aquí todavía? – Pregunté.
-Estoy en deuda contigo, me has buscado y aquí estoy - Dijo.
-Decidí olvidar el asunto; pero de pronto llega una persona que me da mil vueltas la cabeza, hace que me pregunte miles de cosas y de pronto se va porque ve cosas que ella misma estaba buscando, ¿Qué acaso no era lo que quería? Y ¿Por qué aparecen esas cosas si tú ya estás en paz? – Pregunté.
-Yo nunca dije que yo estuviera en paz - Respondió.
En ese momento me enojé levantándome de la cama, cuando de pronto ella dijo - ¡NO TE ATREVAS A MIRARME!
-Desobedecí su orden, pero cuando giré, ella ya no estaba. - ¡¡¡¿¿¿POR QUÉ ME MIENTES???!!! – Grité en el cuarto.
-Gloria se acercó detrás de mí, susurrando lo siguiente. – "No confíes tanto en ella."
Salté de la cama enojado, tomé la pala decidido a ir a quemar los huesos de Gloria en la parte de atrás, donde aquellos difuntos niños me habían guiado para encontrarlo, mostrándome aquella noche una puerta secreta que me llevaba a los cajones donde se encontraban los cuerpos de aquellos inocentes, que por supuesto nunca tuve el valor de tocarlos, más porque gloria me lo había pedido luego de contarme su triste historia. Pero en cuanto iba a tirar aquella puerta, apareció Marlen para detenerme.
-¿¡Que quieres de mí!? – Dije totalmente enojado - ¡¿A caso hay algo - Ella interrumpió besándome, tomó mi rostro y dijo. – Te ves muy lindo gruñón, por favor no lo hagas, déjalo por mi y te contaré la verdad.
ESTÁS LEYENDO
La Maldición del Barrio Salinas
ParanormalEn el barrio Salinas de la Ciudad de Ñemby-Paraguay, existe una casa que los vecinos evitan a toda costa pues, existe la leyenda que en el lugar ocurrieron sucesos terribles. Sin embargo, la familia de nuestro protagonista desconocía aquella leyenda...