Academia de Vampiros desde el punto de vista de Dimitri Belikov

Capítulo 5 "Primer Entrenamiento"

Vampire Academy (POV Dimitri) (TRADUCCIÓN) por LizzieMaría85

Capítulo 5 "Primer Entrenamiento"

Descargo responsabilidad Lamentablemente no tengo los derechos de autor material esos pertenecen a Richelle Mead.

Está historia es fue escrita por Gigi 256

Miré el reloj de nuevo. Rose estaba diez minutos tarde. De verdad esperaba que esto no fuera a convertirse en un hábito. Después de otros cinco minutos, sabía que probablemente debería ir a buscarla si queríamos hacer cualquier avance para esta tarde. Terminé los estiramientos que había estado haciendo recostado sobre el suelo. Balanceé mi peso sobre mis hombros y la parte superior de mi espalda con las manos junto a mi cabeza, luego usé mis brazos para empujar mi cuerpo y ponerme de pie.

Salí del gimnasio y dejé mi mochila en la banca que hay cerca de la puerta. Afortunadamente, Rose no estaba muy lejos. Estaba detenida justamente fuera del edificio en el patio central, y aparentemente se encontraba teniendo una conversación profunda con la princesa Vasilisa. Solamente me tomó unos cuantos pasos alcanzarlas, y escuché el final de su discusión.

-...sin argumentos. -La voz de Rose era determinante, pero aún podía oír un miedo vacilante debajo de toda esa certeza. Vasilisa ni siquiera se molestó en esconder su inseguridad mientras asentía en respuesta.

- ¿Rose? -No sé si estaba cuestionando su retraso o lo que había estado hablando con la princesa. El cambio repentino en su postura me indicó que no me permitirían discutir el tema con ellas, por lo que decidí centrarme solamente en su retraso-. Llegas tarde a la práctica. -Ambas jóvenes se relajaron visiblemente mientras me dirigía a la princesa con un asentimiento. Vasilissa me dio una rápida sonrisa antes de retirarse hacia la capilla de la escuela. Tal vez algunos podrían pensar que era una opción extraña para que la princesa buscara refugio, pero yo no era exactamente el indicado para juzgar eso.

Me di la vuelta y me dirigí hacia el gimnasio escuchando los pasos de Rose siguiéndome detrás. Rose no iba dando pisotones exactamente, pero sus movimientos estaban muy lejos de ser silenciosos y eran mucho más pesados que los míos. Me di cuenta que probablemente tendríamos que trabajar en unos cuantos ejercicios para mejorar su sigilo en el futuro. Mi lista de cosas que tendría que trabajar con Rose crecía más rápido de lo que podía enseñarselas y una vez más me pregunté si de verdad podría ayudarla a graduarse en unos cuantos meses. A pesar de mis preocupaciones, sabía que tenía que intentarlo. Por Rose, por Vasilissa, y honestamente por mí mismo. La monotonía de la vida en la academia estaba enloqueciéndome. Yo no era de los que toman el camino fácil, y siempre prefería los retos. Pero aquí, raramente había algo que representara un reto para mí. Aunque ser el tutor de Rose no era mi manera favorita de probar mis habilidades, no había duda alguna en mi mente de que ella me empujaría hasta mi límite tanto como yo lo haría con ella.

De repente noté el silencio. O había aligerado sus pasos o había dejado de seguirme. Por medio segundo me pregunté si tal vez había decidido salir corriendo de nuevo. Me maldije a mí mismo por permitirme perderme en mis pensamientos antes de voltearme para ver en qué dirección se había ido.

En lugar de eso, Rose se encontraba solamente a unos cuantos metros detrás de mí parada como estatua con una mirada de shock y horror en su rostro. Estaba presente físicamente, pero sus ojos estaban enfocados en el vacío entre nosotros. Era como si estuviera viendo una escena reproduciéndose ante sus ojos, pero ahí no había nada. Rose ni siquiera parpadeaba.

Traté de llamar su atención-, ¿Rose? -me acerqué unos cuantos pasos a ella, llamándola por su nombre de nuevo. No daba ninguna señal de que me escuchara, ni siquiera de que estuviera viéndome. Mi curiosidad se transformó rápidamente en preocupación mientras me preguntaba si estaba sufriendo de algún tipo de ataque, alguna conmoción o algún otro malestar. Sabía que sus compañeros le habían asestado unos cuantos golpes fuertes el día de hoy y más de uno fue en la cabeza.