Capítulo 19: El fin de algo es el comienzo de otro.

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"Vivir como me plazca, o no vivir en absoluto": eso es lo que quiero yo".

 

 Friedrich Nietzsche | Así habló Zaratustra























Cuando Harry entró al dormitorio Blaise ya estaba en su cama con las cortinas cerradas, pero Nott no, está en su cama con un libro de volumen grueso.

Este aparta la mirada de su lectura y observa a Hadrian a los ojos, y sabe.

Sabe que tipo de mirada es, no es que lo mire de alguna forma diferente o quiera decir algo.

No. Mira como alguien cansado.

Hadrian sabe de eso, un tiempo de su vida fue así, se pregunta solo por hacerlo si es por su estilo de vida o por su padre.

Entiende, por Blaise que conoce a Draco desde pequeños ya que su padre fue su tutor por un tiempo, pero nunca fueron cercanos y todos a pesar de la sorpresiva intervención en la primera noche dieron por sentado que era porque él es igual de solitario y como se conocen era más preferible.

Pero era más que eso, es cierto que ambos ni se miran, no notan su existencia del otro, pero Nott lo mira, siempre a él.

Como si sintiera su atracción por Draco claramente.

Es posible, no es que lo quiera ocultar.

Lo mira cuando se pasea en la habitación, lo observa fijamente algunas veces en clases pero nunca le dice nada.

Hasta ahora.

— Nunca podrás tenerlo, es libre y permanecerá de esa manera, arrebatale sus alas y conocerás lo que es arder en un fuego eterno.

— ¿Por tu fuego?

Nott sonrió amargamente.

— Yo no ardo.

Justo así, se acomodó en su cama y cerró sus cortinas.

Las palabras de Nott se repetían en su cabeza.

Fuego eterno.

Fuego eterno.

Se pregunta de color seria sus llamas, que potencia tendrían, serán heladas como sus ojos o abrazadoras como su indiferencia.

Quiere averiguarlo, es hora de probar a su pajarito.

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