Mi vida era bastante aburrida hasta que conocí a un ser que la cambió para siempre.
¿Que si me enamoré de él? por supuesto ¿quién no lo haría?
Pero a veces me pregunto si hacerlo fué lo correcto, era un amor imposible.
¿Por qué? Porque él era un f...
No dudaba en que Felix había sido una persona increíble durante su corto tiempo de vida y aunque no lo conocía por completo, no parecía ser una mala persona.
"¿Porque me hiciste ésto? No lo entiendo, lo eras todo para mí"
Lo que había escuchado momentos atrás seguía inquietando a mi mente. ¿Y si alguien había provocado su muerte?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era sorprendente para mí lo rápido que pasaba el tiempo, hacía una semana había llegado a París y había acabado compartiendo apartamento con un fantasma.
Intenté pintar un cuadro, pero fracasé, las tonalidades no eran las que debían ser, el pincel estaba desgastado y daba malas pinceladas. Yo era un caos porque no podía estar cinco minutos concentrado, siempre había algo que me terminaba distrayendo.
Derrotado, salí de mi habitación y ví a Felix acostado en el suelo, con los ojos cerrados fingiendo dormir.
-Hola Felix, ¿que tal tu tarde?
-Muy divertida.- dijo aún con los ojos cerrados.- es tan divertido fingir dormir.
-¿Eso fué sarcasmo?
-No lo sé.
-Bien... ¿recuerdas lo que me dijiste hace unos días? ¿lo de cocinar pasta? ¿tienes tiempo para dar clases de cocina a éste pobre ignorante que es casi incapaz de preparar alimento comestible?
Abrió los ojos y se quedó mirando el techo por un momento, mi mente y nervios me hicieron pensar que tal vez se negaría.
-Debo revisar en mi agenda si tengo un momento libre para ti. ¡Estás de suerte! tengo todo el resto del día libre.
-¡Vaya! ¡Que afortunado soy! -dije siguiéndole el juego.
-¿Tienes todo lo necesario aquí?
-¿Qué es exactamente "todo lo necesario"? -dije haciendo comillas con mis dedos.
-Debería hacer una lista con las cosas que necesitaremos.- dijo el levantándose y dirigiéndose a mi habitación, en cuanto salió traía un bolígrafo y un papel consigo.
-Vamos, escribe lo que te diré.- Me acerqué rápidamente y comencé a escribir todos los ingredientes que me decía.
-...macarrones, queso, pimienta cayena, perejil y creo que no he olvidado nada más.
-De acuerdo, ¿quieres preparar algo más además de la pasta? -pregunté. Felix llevó su mirada al suelo y se quedó en silencio, me maldije a mí mismo y a mi inmensa bocota por qué quizás le había puesto en una situación incomoda.
