Minutos más tarde se detuvieron en el gran estacionamiento de la discoteca.
Y hasta ese punto Prince no se había dado cuenta de que su amigo aún era menor de edad y no lo dejarían ingresar, y justo lo recordó porque aquel pelinegro sacó algo del bolsillo de su chamarra y se lo entregó, Noah sonrió encantado y dejó un gran beso en los labios del chico.
—Gracias guapo.
Una maldita identificación falsa...
Ignoró aquello y solo los siguió hasta la entrada del lugar, donde pudieron pasar sin problema.
La música se escuchaba a todo volumen y las luces neones del lugar lo deslumbraron, había un montón de cuerpos por todo el lugar moviéndose al ritmo de la música.
Siguió a Noah y a su... algo, hacía la mesa que les habían dado, ahí ya se encontraban varios chicos y chicas que a juzgar por cómo el tal Eddie los saludó, suponía eran sus amigos.
—siéntense chicos, pidan lo que quieran, ese tipo de ahí invita.—señaló a un pelirrojo que tenía a una chica rubia sentada sobre sus piernas, este levantó su vaso de cerveza en forma de saludo junto con una sonrisa, al parecer era su cumpleaños o algo.
Más tarde, Noah y Prince ya habían tomado varios vasos de quién sabe cuánta cosa, por lo que ambos ya estaban algo tomados, Prince se encontraba bailando con dos chicos amigos del pelinegro idiota mientras Noah se encontraba sentado sobre las piernas del chico comiéndose la boca el uno al otro.
Después de un rato de bailar con esos chicos, Prince decidió sentarse un rato a descansar, pero Noah ya no estaba donde lo había dejado antes... y tampoco estaba el tal Eddie.
Movió su cabeza mirando a todos lados, pero no veía al rubio por ningún lado.
—¡hey! ¡Tranquilo! ¡Tu amigo y Eddie salieron hace rato!—me gritó el pelirrojo por sobre la música para que pudiera escucharlo.
¿Salir? ¿A dónde mierda Noah había salido con ese tipo?
Con algo picando en su pecho, recorrió todo el lugar en busca de su amigo, hasta que escuchó los chasquidos de unos besos al lado del baño, donde no había tanto ruido ni tanta luz.
—mmh... E-Eddie, espera...
Esa era la voz de Noah.
Se escondió detrás de la pared para que no pudieran verlo.
—ay por favor Noah, he esperado demasiado ¿no crees?
—s-si, pero... pero no es el lugar indicado... además dejé solo a Prince.
El pelinegro bufó alejándose del rubio.
—bien, vamos con tu amiguito, pero en cuanto estemos solos, voy a hacerte mío Noah...
Prince tembló ante las palabras del chico, escuchó una risilla de parte de Noah, pero lo conocía lo suficiente como para saber que era una risa nerviosa.
Rápidamente se alejó regresando con el grupo, dos minutos después llegaron Noah y Eddie.
Noah se sentó a su lado tomando su vaso para darle un último trago, Prince lo miró.
—¿estás bien?
Noah lo miró un poco perdido.
—a-ah, si, todo bien.—asintió nervioso.
—ven, vamos a bailar.
Tomó a Noah de la mano y lo hizo levantarse para que bailara con el, Noah sonrió tranquilizándose un poco.
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El Príncipe | Gay |
RomancePrince es un joven adolescente salido de una familia adinerada y muy bien posicionada... pero ¿que pasará cuando su vida cambie por completo y tenga que ingresar a la preparatoria Lincoln? una escuela para chicos problemáticos de familias de clase m...