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Julio, 1910.

"El frío viento mecía el cabello del chico de lado a lado, copos de nieve por todos lados, el aire le helaba los huesos, pero no había nada que él pudiera hacer, vivía en un eterno invierno, sin salida, sin amigos, sin nadie a su alrededor más que los copos de nieve.

Atrapado para siempre en una bola de nieve."

20 de diciembre, 2017.

Beomgyu odiaba la navidad, odiaba el frío, odiaba los copos de nieve cayendo desde el cielo y fundiéndose en inútiles charcos resbaladizos, Beomgyu definitivamente odiaba diciembre, más que noviembre o enero o cualquier otro mes de invierno; si la decisión fuera solamente suya, elegiría dejar de existir en ese mes y volvería a vivir en enero.

Pero no podía elegir, así que tenía que seguir viviendo, respirando el aire helado de las estrechas calles de Seúl, maldiciendo los estúpidos copos de nieve que se quedaban en sus pestañas y le dificultaban la vista.

—¡Beomgyunie!.-El chico de cabello castaño suspiró a sus adentros y giró a ver a su madre.-Necesito que vayas a recoger unas cosas a la tienda del señor Kang.

—Pero tengo...

—Por favor, Gyunie, necesito terminar de decorar la casa para navidad, van a venir tus tías y tíos, necesito esas cosas.-El chico suspiró, resignándose a su suerte.

—Está bien, madre, iré por las cosas.

—Buen chico.

Beomgyu sólo rodó los ojos y salió de su casa, de nuevo al frío invierno, de nuevo a los estúpidos copos de nieve.

El camino a la tienda del señor Kang no era largo, pero las calles estaban llenas de gente comprando cosas a última hora, así que cada dos pasos se topaba con alguna persona o era golpeado con alguna bolsa llena de regalos, después de varios minutos de lidiar con ello llegó a la tienda, la puerta al ingresar crujió.

Era un lugar viejo, los muebles tenían años y años de habitar en ese lugar, los estantes estaban llenos de cosas y cosas, algunas más nuevas, otras más antiguas, estaba seguro que ni siquiera el señor Kang sabía que había en sus estantes.

—Buenas tardes.-Murmuró aclarándose la garganta.- ¿Señor Kang? Vengo por las cosas que encargó mi madre.

—Oh, muchacho.-Beomgyu saltó del susto, el señor Kang había salido de quien sabe donde, trayendo consigo una bolsa de papel.-Que agradable verte aquí.

—Hola, señor, vengo por...

—Sí, sí, aquí está el encargo de tu madre.-El chico tomó la bolsa que le ofrecía, dándose cuenta que era más pesada de lo que parecía.-Ten cuidado, hay cosas muy delicadas ahí adentro.

Beomgyu frunció un poco el ceño ante la sonrisa del señor Kang, nunca terminaría de entender a ese hombre raro.

—Claro, tendré cuidado.

—Sí, muchacho, mucho cuidado.-Se río un poco.-No sabemos lo que puede pasar si algo sale de ahí.

Con una mirada extrañada, Beomgyu salió de la tienda y regresó a su casa, aún pensando en las palabras raras del señor Kang, la bolsa se sentía pesada en sus manos, pero no se atrevía a mirar qué había adentro, quién sabe que cosas podría pedir su madre.

21 de diciembre, 2017.
2:00 am.

Beomgyu tenía frío, más frío que de costumbre, no debería tener frío, estaba bajo sus cobijas calientes, con su pijama y la calefacción.

El frío no tenía sentido. Tampoco ese ruido como un soplido, ni el aire que sentía en sus brazos desnudos.

Ni los copos de nieve en sus pestañas.

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2022 ⏰

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el chico atrapado en una bola de nieve, taegyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora