CAPÍTULO 1: EL TATUAJE

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Cuando Sasha y los demás se van, decido entrar al lago, otra vez. De repente, cuando estoy a punto de tocar el agua, esta se ilumina. Me aparto corriendo y me escondo detrás de unos pequeños matorrales. Una zarza roza mi piel produciéndome una herida. Cuando vuelvo a mirar el lago, este está completamente iluminado y una hermosa joven se halla bañándose en el. Sus cabellos son negros del color del carbón y lleva un vestido blanco que emite unos rayos de luz preciosos. La joven comienza a cantar y los cisnes se van acercando a ella. Su canción me resulta familiar:

- "When the sun lights turn off, the moon starts to shine, when you and me are together, the world isn't mine".

- "When the moon and me are one"- susurro.

De repente la joven desaparece y en la orilla veo a un grupo de marineros.

- ¿Has oído eso Jack? - dice uno de ellos.

- Si, hay alguien escondido entre los arbustos, John - contesta otro.

- ¡Vamos a por él! - grita el más alto y fuerte de los tres.

Los marineros se acercan hacia mi poco a poco. Intento esconderme mejor pero es imposible. Los tres están merodeando muy cerca de mí. De repente uno de ellos dice:

- Por aquí no está-

-Yo mirare un poco más, contesta el otro.

Apenas pasan tres minutos y veo a los tres en la orilla. Relajado, suspiro y me doy la vuelta. Al girarme me doy de frente con un señor viejo, feo y grande, el cuarto marinero, pienso. Este me golpea y poco a poco pierdo el conocimiento.

Me despierto en una cama. Poco a poco voy abriendo mas y mas los ojos y descubro que no es mi habitación. Las paredes son de color pistacho y la cama es marrón, es una habitación bonita. En la mesilla hay una bandeja con pastas, café y fruta y unas tortitas. Cojo una tortita y la pruebo, su fantástico sabor me obliga a coger otra. Me acuerdo de los arañazos de ayer y del golpe que me propició aquel marinero y decido comprobar si mis heridas son muy grandes. Misteriosamente todas han desaparecido. Me quito las botas, dejándolas en el suelo y después hago lo mismo con los calcetines. Al quedarme descalzo descubro un tatuaje en mi tobillo. Se trata de un sol, cuyos rayos atraviesan mi tobillo. Una especie de nube gris se va acercando al sol evitando que este brille tanto como lo hacía antes. Tengo tantas preguntas y tan pocas respuestas... Inesperadamente, descubro que hay una mujer mirándome. Esta se me acerca y sin pronunciar ningún palabra recoge la bandeja.

- ¿Que hago aquí? - pregunto, pero ella solo se limita a sonreír.


Sale de la habitación y cierra la puerta. Veo en la mesa un montón de libros junto con un frasco en el que pone:"Bébelo y te prometo que mañana contestare tus preguntas y yo nunca incumplo mi palabra". Decidido cojo el frasco y lo bebo de un trago. Poco a poco mis ojos se van cerrando y los rayos del sol que salían de mi tatuaje se van apagando. No sé qué demonios es todo esto pero lo averiguare.

Los iluminadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora