Parte Única

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Si había algo que JiMin amaba, era ser libre. Nunca comprendió de dónde vino, tampoco sabía quién eran sus padres, no tenía familia y dependía de sí mismo. Hasta cierto punto, eso lo hacía sentirse mucho más cómodo, nunca había necesitado de alguien que le pusiera reglas y frenara sus travesuras.

Debido a que nunca tuvo a nadie, el pequeño zorro aprendió a cazar y sobrevivir por su cuenta. No había tenido ni el más mínimo interés en seguir los pasos de alguien, en realidad le gustaba ser libre y aventurero, había recorrido cada centímetro del Bosque Honsool, conocía a los animales que acechaban a su alrededor, sin embargo, también sabía que tanto ellos como él, podía dar miedo si se lo proponía. El pequeño zorro se hizo grande, dos grandes colas adornaban la parte trasera de su cuerpo, eran esponjosas y llamativas puesto que tenían la punta de color blanco, su pelaje era negro y algo sobresaliente, sus ojos eran hipnotizantes y de un color azul muy claro.

Park JiMin amaba llamar la atención con su forma animal, pero también amaba llamar la atención cuando se convertía en humano. No podía negarse a sí mismo la verdad, su señor celestial lo había hecho atractivo de ambas formas, cuando era un zorro, sus ojos y su pelaje lograban cautivar a las personas. Pero cuando era humano, podía conseguir todo lo que quisiera en un chasquido.

Tal vez eran esas estrechas caderas que se movían sensualmente cuando caminaba, su fina cintura que lograba hacer tragar a más de un cultivador del pueblo, sus labios esponjosos y húmedos que hacían a todos quererlo besar, o tal vez simplemente era todo su cuerpo.

Le gustaba de cierta manera tener la atención de todos, ya sea que recibiera regalos, halagos u ovaciones por parte de los cultivadores, él nunca cedería ante ellos. No consideraba caer tan bajo.

No era porque ellos no fueran atractivos, sino por el simple hecho de no querer a alguien que lo controlara. Le gustaba vagar por los pueblos, ciudades y reinos que se encontraba a su paso, pero no le gustaba quedarse en un solo lugar amarrado a una sola persona. Es por eso que ahora su destino estaba frente a sus lujuriosos ojos; El bosque de Taishan.

Había escuchado hablar a los cultivadores del pueblo de Taishan, que un dios dragón se encontraba en aquel lugar, y no le hubiera picado la curiosidad por ir a investigar, si una de la señoritas del lugar no hubiera dicho algo que lo dejó en la tentación.

Ella dijo: -He escuchado que es tan guapo, que su piel es tan perlada que deslumbra y también... dicen que es muy bueno en la cama.

Y bueno, él quería comprobar aquello.

No era como si le gustara ir de hombre en hombre, a ser verdad, solamente había estado con dos hombres sexualmente hablando, y no podía negarlo, le habían dado el mejor sexo de su vida. Pero para ser honestos, Park JiMin quería descubrir que tan verdadera era aquélla frase "ser bueno en la cama."

No tenía pensado llegar y pedirle que se lo demostrara, en realidad, tenía pensado fingir demencia y decirle que se había perdido en aquel bosque, para después pedirle de favor que lo acogiera en su cueva.

Sí, era tan fácil y tan simple su plan.

Se adentró en el gran bosque, podía distinguir nuevos aromas y percibir un agradable ambiente a su alrededor. Estuvo alrededor de unas horas caminando, le habían dicho que la cueva del supuesto dragón se encontraba en lo más recóndito del bosque, que está estaba cubierta por grandes árboles y algunas lianas cayendo de entre las ramas.

A pesar de que en un momento tuvo mucha pereza de seguir su camino, siguió andando entre la tierra y las hojas, procurando llegar a aquel lugar lo más antes posible. Pudo haber tomado su forma animal, pero por alguna extraña razón no lo hizo.

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2022 ⏰

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El Demonio Zorro & El Dragón | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora