CAPÍTULO 46

939 62 10
                                    

CAPITULO 46

Al día siguiente tomé una ducha templada para calmar los ánimos de días atrás, fue cuando noté las marcas que hasta entonces no había visto. Moretones en los brazos por la fuerza que había ejercido y algunos rasguños, nuevamente sentí repugnancia por eso y me vestí para bajar por algo de comer encontrando a Daniel con nuestro padre.

—Tenemos algo que hacer cariño, quedaran los guardaespaldas. —avisó el mayor besando mi frente con cuidado.

—Cualquier cosa llamanos —siguió mi hermano y solo pude asentir para luego ver cómo se retiraban de la casa.

Al quedar sola fui a la cocina para comer un poco de fruta. Los empleados hacían lo suyo entre idas y venidas mientras simplemente estaba allí con la mirada perdida. Luego me fui al estudio y pasé varias horas allí, sin hacer nada, no tenía ánimos para absolutamente nada y temía del tiempo que pasaría hasta recuperarme de la situación.

Regresé a mi habitación tomando el móvil que no dejaba de vibrar ante las numerosas llamadas y mensajes de Harry. En ese momento quise estampar el móvil contra la pared, pero me detuve al escuchar un ruido abajo.

Bajé con temor y extrañeza por el sonido que había provocado para  encontrar un jarrón en el piso.

—Señorita. —habló una de las empleadas a mis espaldas y me asusté.—Lo siento, no era mi intensión.

—Se rompió. —fue lo único que pude decir señalando la pieza totalmente rota.

—Lo limpiaré de inmediato.

Sin decir otra palabra regresé a mi habitación, la luz estaba apagada cuando la había dejado encendida y un aroma extraño me invadió mientras intentaba encenderla, pero alguien cubrió mi boca halandome hacia atrás.

—Shh, soy yo... —susurró en mi oído y solo escuchar su voz me desesperé intentando soltarme.

Quise gritar para que alguien me ayudara, pero nuevamente era inútil. Ejercía demasiada fuerza y presión sobre mis labios, impidiendo que saliera cualquier sonido. Sabía que era él y el presentimiento que algo sucedería estuvo desde la mañana. Por la fuerza que tenía me  amarró las manos con facilidad, siguiendo con mi boca.

—Escucha si no haces nada estúpido no te haré daño. —me mostró una rosa, a la cual besó y me la ofreció. Era el aroma de esa rosa que había sentido al entrar y solo lastimaba mis sentidos con su fuerte aroma. Luego me señaló con un cuchillo, y fue suficiente para que comenzara a llorar. —Silencio.

Se quedó estático al escuchar un ruido en la puerta, y sabía que estaban haciendo la limpieza, pero desde lo sucedido no entraban en mi habitación. Sin embargo, como pude pateé un mueble para que cayera algo provocando ruido fuerte que llamaría la atención, pero seguidamente fui abofeteada.

—¿Señorita? —tocaron la puerta y parecía que abrirían la puerta. Harry me hizo una seña para que guardara silencio con el cuchillo en mi cuello y segundos después se escucharon los pasos alejarse de la puerta.

—Eso estuvo cerca y creí que eras inteligente. —comenzó a mover el cuchillo en mi cuello en una danza peligrosa, bajando lentamente por mi blusa. —No quería hacer aquello, créeme. Nada de esto, pero no entiendes que me gustas, te quiero para mí. Te amo Sam. Hubiese sido diferente, pero no me aceptaste, ¿Por qué? Sólo quiero que me aceptes. Quiero que seas conmigo como lo eres con Liam, ¿Él te gusta? —volvió el cuchillo a mi cuello mientras su voz cambiaba de tono en la última pregunta, reprimiendo la ira.

Aunque una cinta me cubría los labios no habría sido diferente al no tenerla. Aquella situación me sobrepasaba entre el miedo y la desesperación que solo podía llorar.

CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora