Han pasado al menos 5 años, desconozco en cuántos días se traduce ese tiempo, pero sin duda son muchos, prácticamente es la cuarta parte de toda mi vida. Presumiblemente he pasado todo ese tiempo soñando, añorando y pensando a una persona. Una sola persona, de entre todas las que se cruzan en mi camino día a día, de las que saludo y me saludan, y de las muchas otras de las que aún desconozco, un joven. Un joven particularmente alto, delgado, de piel clara y cabello negro casi tan rebelde como seguramente lo era el de niño. Dentro de todo lo que lo hace engañosamente atractivo a mis ojos es sin duda, la magnífica constelación formada por 5 lunares estratégicamente colocados sobre su nívea piel. Sin hacer excepción de sus ojos brillantes, igual que las piedras de ónix, de un color café claro semejante a las avellanas tostadas del más delicioso postre que una persona podría degustar.
Sin duda un conjunto particularmente adictivo, que seguramente no pasa desapercibido ante toda chica y alguno que otro chico que se cruce en su camino. Inexplicablemente a pesar de esto, y del tiempo que he pasado sin poder dejar de pensar en él, hoy en día siento que algo está mal, no sé si el sentimiento ha existido tanto en mí, que mis sistemas se han acostumbrado y ahora todas esas hermosas sensaciones pasan desapercibidas, o será que, debido a que ha pasado un buen tiempo desde la última vez que escuché su melodiosa voz y vi su profundo mirar, por lo que aquél sentimiento dejó de ser alimentado y ahora yace agonizando en lo más profundo de mi corazón, o simplemente, todas esas mariposas danzantes fueron algo temporal, como aquél padecimiento que sufrimos en los tiempos fríos de invierno que desaparece sin dejar rastro cuando el sol de primavera calienta hasta el último rincón de la más fría habitación.
Sinceramente no lo sé, la incertidumbre hace existir en mí una indescriptible sensación de asfixia e inminente tristeza, sumado a una innegable duda de la veracidad de la existencia de aquella atracción que inició hace más de 5 años en un verano.
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A quien corresponda...
Short StoryHan pasado al menos 5 años, realmente desconozco en cuántos días se traduce ese tiempo, pero sin duda son muchos, es précticamente un cuarto de toda mi vida hasta ahora, y hoy en día me cuesta saber qué sigue después de eso.