Me enamoré de mi objetivo (Bakugou x tu)

capitulo 11

Bakugou Katsuki

- Eyyy, por aquiii__ Me gritó kirishima mientras levantaba su mano, haciéndome más fácil la tarea de buscarlo.

- Hola__ Le saludé sentándome a su lado.

- Hola amigo, te quería decir algo__ Me veia fijamente.

- Qué?__ Pregunté de mal humor, necesitaba con urgencia tomar mi café.

- Hice unos nuevos amigos, espero que no te importe que se sientan con nosotros.

- Haz lo quieras__ le respondí mientras tomé un sorbo de mi café.

- Volvimos Kirishima __ Un pelinegro acompañado de un chico peliverde se acercaron.

- Hola chicos, les presento al amigo que les comenté hace un rato, Bakugou Katsuki__ Me presentó ante ellos y yo solamente asentí en forma de saludo.

- Ellos son Sero Hanta e Izuku Midoriya__ Los dos se inclinaron cuando los nombraba Kirishima, para después sentarse y así por fin empezar a desayunar.

Me llevé bastante bien con todos, fue tranquilo mi comienzo del día, lo que necesitaba después de la noche de mierda que acababa de pasar.

Al rato todos nos dirigimos hacia los vestidores para cambiarnos, y así poder empezar a entrenar.

Yo y Kirishima ya habíamos sido aceptados debido a nuestra experiencia previa, solo faltaba que nos asignen alguna tarea, pero mientras tanto entrenamos juntos.

Los otros eran buenos pero no tanto como yo claro, pero habían unos que se creían mucho solo por vencer a ciertas personas.

Me quedé viendo una pelea, el más robusto de los dos ganó, y al notar mi mirada me atacó.

- Que miras imbecil? Quieres que también te destruya como lo hice con este?__ Preguntó egocéntrico mientras señalaba al chico que estaba derrotado.

- No gracias, no me gusta gastar mi energía en cosas inútiles __ Me di la vuelta y seguí con mis pesas.

Escuché como se bajó molesto mientras se acercaba a mi.

- Me acabas de decir inútil?__ Preguntó molesto.

- Encima de inútil sordo__ Lo vi haciéndole frente.

- No te quieras hacer el listo conmigo imbecil__ Me amenazó acercándose aún más, levantando su cabeza para mirarme fijamente.

- Para nada, ahora si me permites__ Lo moví suavemente hacia un lado para seguir con lo mío, no estaba de humor para esto.

Él se fue dándome alivio porque pensé que seguiría molestando, pero ese alivio no duró mucho.

Sentí pasos rápidos dirigiéndose hacia mi, ya me olía lo que venía pero nunca lo que pasó.
Escuché un golpe sordo, y al darme vuelta vi a Azumi deteniendo su patada con las manos. Se notaba en sus manos y venas la fuerza que estaba poniendo contra la pierna, ya que él no aflojaba su fuerza.

Hasta que de un momento a otro le empuja la pierna, dejándolo inestable y ella le devuelve la patada mandandolo a volar.
Él alcanzó a taparse un poco las costillas, pero al parecer aún así le dolió por el quejido que hizo.

Se reincorporó y nos echó una mirada de furia a mi y a la pelinegra. Su primer reflejo fue estirar la mano hacia atrás, poniéndola en mi cintura y me empujó lentamente hasta quedar atrás de ella, en muestra de protección mientras ella lo miraba seria y serena.

Por primera vez en mi vida adulta me sentí protegido, y fue lindo volver a sentir esa protección.

- Si quieres salir entero de acá será mejor que te vayas en este momento__ Habló la pelinegra después de un rato, mientras no despegaba su mano de mi cintura apretándome un poco.

- Tú quién eres para meterte en un conflicto que no te incumbe?__ Dijo molesto.

- Me incumbe más de lo que crees__ Mantuvo su postura seria.

- Owww, ya veo, a de ser tu pareja, que poco hombre al depender de una mujer para defenderse, seguramente no es más que otra put-__ Decía arrogante, mi cara hirvio al escuchar esa palabra refiriéndose a ella. Putas serán las que venden su cuerpo, ell no. Azumi me soltó, se acercó rápidamente a él y le metió un rodillazo en sus costillas, con el cual se escuchó dichos huesos sonar y retumbar en todo el gimnasio.

El segundo golpe fue otro rodillazo en la cara, llenandosela de sangre para después rematar con una patada giratoria, que le dio en medio del cuello y el hombro.

En esos pocos segundos los gritos desgarradores y de dolor que hizo alarmó a todos los presentes.

- No hay nada de malo en el que una mujer quiera proteger a un hombre, mucho menos le resta masculinidad
__ La pelinegra estaba parada a unos pasos suyos mientras lo veía como se retorcía del dolor.

Se agachó, lo agarró del cuello de su remera acercandolo a ella__ Y no soy ninguna puta, te suena el nombre Azumi Satoru?__ Preguntó__ esa soy yo imbecil.

Ante esas palabras él puso una cara de terror como si hubiera visto al mismísimo diablo, como pudo se arrodilló y le agarró las piernas pidiendo clemencia.

La pelinegra se encontraba parada viendo la lamentable escena.

- Puede que lo haga si pides perdón por ser un arrogante con ellos dos__ Se cruzó de brazos y recargó su peso hacia una pierna.

- L- lo siento mucho a ambos__  Aún arrodillado nos miró a ambos como pudo.

- Llevenselo__ Ordenó Azumi__ Ya saben que hacer con él __ Ambos hombres asintieron. Ella se dio la vuelta con los gritos del otro siendo arrastrado llejos, y empezó a caminar en mi dirección.

- A este paso te salvaré de una paliza todos los días Katsuki, tendremos que mejorar eso__ Llegó ante mi con una sonrisa tranquila. Yo asentí y agradecí su gesto.