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¿Recuerdas cuando alguna vez me amaste?...
Ámame o dejame aquí.


“… Hoy es un día soleado, quise dar un paseo, pero ahora no puedo. Ahora estás trabajando, así que vendrás de noche, y son en estos momentos cuando no estás que escribo estás cartas. Cada vez que me siento en esta silla y tomo una pluma, no deseo trasmitir cosas feas, solo quiero decirte, que realmente estoy bien…

Últimamente es un poco difícil salir, me siento más pesado y los tobillos me duelen mucho, quizá porque hice muchas cosas. Espero que llegues pronto, y probemos la tarta que hice para ti. Aunque no comes mucho dulce… pero tú hijo si… Debo admitir, que lo hice más para mí. Pero se que también te gustará porque lo hice yo. ¿Verdad?

Falta poco tiempo para que nuestro bebé nazca. Le haz comprado muchas cosas, hasta muñecos que no creo que un bebé recién nacidos use. Pero algún día crecerá y lo usará, así que está bien.

La verdad, es que no sé qué más escribir, quiero dejar de hacerlo. Porqué cuando lo hago me deprimo mucho, pero tengo que ser también realista y saber que lo que estoy haciendo desde un inicio estaba mal. Ya sabes la verdad, engañe a mi madre, amenace a Kanae, le mentí a muchas personas valiosas para mi, pero lo que más me hace miserable de esto es que tengas que leer esto para saber que fui cruel contigo por mi egoísmo, sabiendo que al final lo único que te provocaría es dolor. No tengo excusa. Nunca la tuve, porque mi hijo no es una excusa, nuestro bebe es más importante que todo lo que conocí y es por eso que está bien si me odian por esto, si me llaman loco por poner la vida de mi bebé antes que la mía, aún cuando ni siquiera lo conozco, Acaso tengo que hacerlo para amarlo?

A veces, cuando el dolor es demasiado fuerte, me vuelve un cobarde, hace que dude de lo que estoy haciendo. Fueron muchas veces en la que pensé abortar, realmente lo hice, creí que si lo hacía podía regresar a la cama contigo y descansar sin tener pesadillas cada noche como ahora. Pero pensar en sentir mi vientre vacío me aterrorizada. ¿Crees que hubiera descansado bien, que hubiera sido feliz? Tú tienes la respuesta.

Yo tenía miedo, creo que aún lo tengo. La inquietud de lo que pasará me tiene nervioso. Cuando Kanae me dijo que era peligroso para mí tenerlo, sentí que alguien me destruía el corazón. Sin embargo, me aferró a esa pequeña esperanza de que está carta no tendrás que leerla, que la quemaré y con ella estoy momentos dolorosos. O quizá simplemente escribo porque no puedo decirlo, como si no tuviera voz. Pero esto va más allá, porque, sinceramente, Uzui, la primera vez que escuché sus latidos y aún más cuando lo sentí moverse supe que no podría, me sostuve de él, de su pequeña vida que crece en mi. Así que por favor, te lo pido, si no lo logró, no me juzgues mi decisión y amalo, porque yo lo quiero como no te lo imaginas, aunque no conozca su rostro, lo amo. Y si tuviera que pasar por el mismo dolor, no lo dudaría, lo haría una y otra vez si puedo salvarlo. Se que soy cruel contigo, no te pido que me entiendas, solo te pido que no cargues en tus hombros mi partida.

Sean felices y por favor, se feliz con al….-


El ruido de la carta arrugándose en su mano y el fuego comenzando a transformarla en cenizas ante sus ojos, queriendo olvidar cada palabras de su mente. Uzui no tomo otra carta, extendió su mano agarrando el cigarro entre sus dedos y encendiendo con el encendedor, inhalando el humo en sus pulmones hasta que le dolieron, exhaló el humo liberando su pecho del tabaco. Su cabeza dolió y la marca en su cuello ardió. Sus ojos ardieron cuando los cerros, llenándose en la oscuridad.

No supo cuántas horas estuvo en ese mismo lugar sin moverse, solo supo que la caja de cigarro quedó vacía. Miro de reojo las cartas sin abrir en la mesa sintiéndose miserable.

Río por lo bajo al recordar lo risueño que era Zenitsu, ir en contra la lógica. La esperanza era una mierda y el lo sabía muy bien. Por qué dónde quedó ese esperanza cuando el grito e imploro porque saliera de esa sala de emergencias? Lo único que recibió fue la dura realidad.

“Nunca hubo esperanza…no para nosotros” dijo antes de levantarse del sillón. Por última vez vio los papeles en la mesa, el color y los diseños eran los que Zenitsu una vez le pidió comprar. Si hubiera sabido que eran para ese fin nunca lo hubiera hecho. Vio el fuego alzarse y consumir las cartas.

Subió a las escaleras, se detuvo al llegar a esa habitación, abrió encontrándose con todas las pertenencias de su omega, su ropa, su fotos, los recuerdos que se negó a tirar, y los cuales guardo con recelo en ese lugar. Su lobo aulló por dentro al ya no percibir ni siquiera el atisbo de ese aroma en las prendas. Y tiró todo al suelo. Sus dientes crujieron de ira al querer destrozar todo.

¿Dónde estaban sus sentimientos?

LONELY -UZUZENWhere stories live. Discover now