1. Primer encuentro.
23/06/2012
— Señores y señoras, le damos la bienvenida al equipo de las Estrellas —la voz del comentarista sonaba en todo el estadio, Memo Ochoa, guardameta mexicano de 27 años masticaba chicle tomando la mano de un pequeño que le miraba emocionado.
Había sido llamado, bueno, habían llamado a su agente para invitarlo al Wolrd Soccer Masters, el partido amistoso de la fundación de Lionel Messi, dónde un equipo con los mejores jugadores del momento se enfrentaban con otro equipo, también conformado con los mejores del momento y Messi.
Memo estaba tan emocionado como nervioso. Claro que la emoción era latente, él jugaría con los mejores jugadores en contra de los otros mejores jugadores, era una experiencia con la que soñó desde que era un niño, y el nervio, bueno, era el normal antes de cualquier partido, pero el día de hoy, los nervios eran distintos. Había algo en su pecho que vibraba, y Memo no podía específicamente determinar que era. Esperaba no infartarse a medio partido.
Sale de sus pensamientos cuando el pequeño que le tomaba la mano lo jala suavemente. Regresándolo al momento.
— ¡El guardamenta, Memo Ochoa! —la estruendosa voz llamó su nombre, y entonces comenzó a caminar, no sin antes darle una sonrisita al pequeño que prácticamente vibrada de emoción. A la salida del túnel escuchó los gritos de las personas, y como algunos clamaban su nombre, sonríe y sale dedicando sonrisas de agradecimiento a los que veía. Llega hasta la línea dónde se formaría con su equipo y soba los pequeños hombros del niño que sonríe feliz de la vida.
El presentador sigue diciendo nombres, Memo deja de poner atención para dedicar toda su concentración en calmar su desolotado corazón.
El sonido de la gente coreando a los diferentes futbolistas de fondo, pero después de un rato, siente el estadio bajo sus pies vibrar cuando todos los presentes comienzan a gritar, alza la mirada a la pantalla gigantesca sobre el túnel, la imagen de un Lionel Messi sonriente lo hace entender el porque la afición estaba echando los pulmones a base de gritos para el argentino.
Lo ve salir por el túnel y acercarse a sus compañeros, Memo no puede evitar la sonrisa tirando en sus labios, era tan chiquito.
Llega entonces el momento, dónde los dos equipos se saludan, el equipo de "los amigos de Messi" caminan pasándolos y saludándolos, Memo tiene una sonrisa para cada uno de esos jugadorazos que pasaban frente a él, pero cuando gira su rostro a la derecha y su mirada cae en el sonriente argentino al final de la línea, no puede mirar nada más, el de menor estatura dice algo a alguno de sus compañeros y sigue saludando.
Pero entonces, sus ojos avellana chocan con la mirada chocolate del arquero, y también es como si de pronto no pudiese mirar a otro lado, sin darse cuenta ambos sonríen anchamente acercándose entre ellos, Messi extiende su mano y Memo la toma sin pensársela, todo sin despegar miradas y sin dejar de sonreír tontamente, sin embargo, el portero se maldice a sí mismo al traer la mano vendada y no poder tocar la piel del hombre que tenía enfrente.
Los árbitros llaman la atención del argentino para saludarlo, es entonces cuando Messi deja de mirar al alto hombre de rizos esponjosos.
Memo se muerde el labio mirando a otro lado, de pronto sintiéndose algo avergonzado por su reacción tan infantil, pero bueno, él era un gran admirador del jugador del Barcelona, y culpaba a su fanático interior por esa emoción con la que saludó al chico.
Es cuestión de minutos para que ambos equipos se acomoden en la cancha, Memo se acomoda los guantes y brinca un poco al centro de su portería, mira a sus alrededores, y asiente para sí mismo.
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| SOULMATES | MEMO OCHOA & LIONEL MESSI |
FanfictionTodos tenemos un ser destinado, una persona con la que conectas de forma perfecta, un alma gemela. Un alma que se creó junto con la tuya y que estaban enamoradas incluso antes de que nacieras. Esa persona, con la quien, al primer roce de piel con pi...