Mi persona favorita

560 40 104
                                    

Desde, el día en que te vi
Sentí como que ya te conocía
Un minuto fue suficiente y ya sentía quererte

1999

Lo recuerdo bien.

—Tú me retirarás a mí, pero este niño nos retirará a los dos. —Esas fueron las palabras de Pep en el '99, cuando fuimos a verlo a un partido de infantiles. Andrés tenía 15 años en ese momento, y aún no sabía que lo estábamos mirando. Y yo aún no sabía bien quién era, ni mucho menos lo que significaría en mi vida.

Terminó el partido, y junto a Pep nos acercamos a los chicos. Vi que Andrés estaba por irse, así que me acerqué y le dije:

—Niño, eres un crack.

Andrés me miró, tímidamente, y apenas pudo sonreírme con timidez; esa sonrisa me pareció lo más lindo del mundo.

Le devolví la sonrisa, y lo miré embobado mientras se iba al vestuario. La risa de Pep fue lo que me sacó de mis pensamientos.

—Epa, Xavi —dijo riendo—, ya te enamoraste del niño. Ojo que tiene creo que 15 años recién, o algo así.

—¡No me enamoré! —negué sonrojado. ¿Y éste qué dice? ¿Yo enamorado del chico? Nooo, ni en sus más remotos sueños.

Por lo menos eso era lo que pensaba en ese momento, tiempo después descubriría que estaba equivocado y que Guardiola tenía razón. Lo mío fue amor a primera vista.

Un rato después, Andrés salió del vestuario; nosotros todavía seguíamos ahí. Me sorprendió ver que se acercaba tímidamente a nosotros. Vi que Pep me guiñaba un ojo y se alejaba, dejándome solo con él.

—Hola —le susurré a Andrés.

—H-hola —susurró él.

—¿Cómo te llamas? —le pregunté, sonriéndole para darle tranquilidad.

—Andrés —susurró el chico.

Yo le sonreí, y él me devolvió la sonrisa, un poco más confiada esta vez. Nos quedamos hablando un rato más, hasta que Pep se nos acercó y me dijo que nos teníamos que ir, que "no podía quedarme eternamente con él por más que quiera". Cuando dijo eso le pegué y lo eché.

—Adiós —le susurré a Andrés, tratando de no mirarlo por lo que había dicho Pep.

Andrés me sonrió cuando lo miré, y yo le devolví la sonrisa. Era hermoso, no lo podía negar.

—Adiós —me susurró él, y nos sonreímos por última vez.

Yo me estaba yendo, hasta que me sorprendí porque él se acercó casi corriendo.

—Xavi —me dijo. Yo lo miré. Él se mordió el labio—. ¿V-vendrías al partido que viene?  —susurra—. Si quieres —se apresuró a decir.

—Claro que sí, Andrés —le dije sonriendo. Me había invitado a su próximo partido, yo claramente iba a decirle que sí.

Nos sonreímos y ahí sí nos despedimos. Pep se rió al ver mi cara cuando llegué a su lado.

—Ay, Xavi, Xavi, ese chiquito te tiene muy mal —se burló—. ¿Qué pasó qué te demoraste?

—Andrés me invitó a su partido —dije sonriendo, haciendo caso omiso a su cargada.

—¿Vas a venir?

—Obvio.

Pep se rió y seguimos caminando, aunque yo todavía tenía la mente en la cancha.

Yo aún no sabía lo que iba a significar Andrés Iniesta en mi vida.

Mi persona favorita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora