capítulo 27

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Hogwarts

Los días pasaron rápido, al igual que las semanas. Sirius nunca vivió unas navidades tan bonitas pero sobretodo entre gente que realmente lo quería y lo aceptaba. Eran las primeras navidades que no lloraba despreciando su vida encerrado en la habitación mientras escuchaba gritos que venían del salón de Grimmauld Place.
Dentro de unas horas volvería a estar en Hogwarts y volvería a estar a salvo sin que sus padres pudieran hacerle nada. Se lo diría al profesor Dumbledore, sí, el sabría que hacer, estaba seguro de ello.

- ¿En que piensas, Canuto? — dijo Peter.

- ¿Eh? — respondió él dejando sus pensamientos de lado — Oh... nada Peter, es solo que tengo que ir a hablar con Dumbledore cuando llegue al castillo.

- No jodas — habló James entrando en la conversación —. Sirius, hoy íbamos a hacer la broma post-navideña.

- James... puede ser que Sirius tenga algo importante que decirle al director, ya la haremos mañana. — defendió Remus a Black.

- Gracias, Remus. — agradeció Sirius mientras miraba a James, que se iba del vagón resoplando — ¿Dónde va el idiota este?

- Al vagón de las chicas, ¿no te has dado cuenta de que no están? — y era verdad lo que Lupin decía. No había rastro de su chica y ni de Megan y Dalia. Hela no se contaba, seguramente la Slytherin iría con su hermano en otro vagón, estaba seguro.

- No me había dado cuenta, no. Pero esto me parece raro, nunca se han puesto en vagones distintos, ¿qué ha pasado?

- Reglas de seguridad. Dicen que algo malo se acerca, que incluso el tiempo está cambiando. Dicen en mi barrio que es... es él.

- ¿Él? ¿Quién es él, Pete? — preguntó Sirius llamando al moreno por uno de sus motes para calmar los nervios con los que había contestado.

- Él... El que no debe ser nombrado, Sirius. La gente habla y se corre la voz. Se sabía que atacaría en algún momento.

- Peor nadie pensó que sería tan pronto. — continuó Remus.

- Intentaré enterarme de algo. Le preguntaré a Reggie, él seguro que sabe algo de esto. Y mis padres seguro que también.

- ¿Son... mortifagos? — preguntó Peter disimuladamente.

- ¿Qué? No, claro que no, Peter. No son seguidores de ese monstruo, ni si quiera aliados. Les gustan sus ideas y los planes que tiene para el Mundo Mágico, pero son listos y precavidos. Si el plan de Ya sabéis Quién fracasa ellos no se verán envueltos e implicados en nada y serán tan libres como siempre. No están dispuestos a echarlo todo a perder siguiendo a un niñato, poderoso, si. Pero un niñato a fin de cuentas.

- Sin embargo ansían que tu hermano sea uno de ellos. - rebatió Remus.

- Si, Rems. Eso es lo raro, quieren meter a Reggie en esa especie de secta a toda costa, sin importarle nada.

Zanjaron el tema cuando picaron a las puertas del compartimento. Remus abrió delicadamente y sin hacer ruido, no quería llamar la atención de los vigilantes del tren. Cuando abrió dejó ver a James y a Valerie, lo extraño fue no ver a las demás junto con ella.

- ¿Y las demás? — preguntó Peter.

- Shh... no hables muy alto, los vigilantes están cerca — susurró Valerie. — Casi no me dejan salir ni siquiera a mi del vagón en el que estaba. Menos mal que James tenía una excusa para sacarme de allí. Supuestamente me tiene que dar un vestido así que vamos a aprovechar la coyuntura para sacar a las demás del vagón. Menos mal que nos la hemos traído. — dijo mientras señalaba lo que su hermano estaba sacando de la maleta.

Lo prometido no siempre es deuda [Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora