deseo | julian x enzo.

único.

enzo puede sentir a julian detrás de su cuerpo mientras intenta quitarle la pelota. el aliento caliente de alvarez choca contra la piel sensible de su cuello y su pecho fuerte se pega a su espalda.

fernández siente que su cuerpo tiembla y su piel se eriza ante el acercamiento que tienen.

agradece mentalmente que nadie pueda verlos en este momento, siendo ellos dos los únicos que decidieron ir a tener una práctica nocturna un dia de descanso.

enzo intenta alejarse del cuerpo de julian pero es inútil.

julian se apega más a su cuerpo y con una de sus manos toma la cintura de enzo para atraerlo hacia él.

y aunque fernández sabe que alvarez no debería tocarlo, no hace nada para alejar su mano.

forcejean un poco entre los dos para aparentar que la pelota aún les importa.

la mano de julian aprieta su agarre en la cintura de enzo y su boca se acerca a su cuello, provocando escalofríos en enzo.

enzo muerde su labio inferior con fuerza cuando siente algo duro contra su culo.

la pelota en el suelo queda olvidada, pasa a segundo plano para ellos.

julian puede sentir como enzo inconscientemente también se acerca a él.

fernandez abre la boca y deja salir un gemido silencioso cuando finalmente alvarez besa la piel caliente de su cuello.

no sabe cómo llegaron a esto, pero tampoco le interesa saberlo.

puede sentir los dientes de julian mordiendo y sus labios succionando.

con el corazón latiendo fuertemente contra su pecho, enzo lleva su mano derecha hacia atrás. la usa para bajar por el abdomen marcado de julian hasta llegar a su verga y finalmente puede sentirla contra su palma.

es grande y venosa.

y aunque ambos estén vestidos todavia, es como si ninguno llevara nada encima.

[...]

tan pronto como llegan al vestuario oscuro y vacio, julian lo empuja contra uno de los bancos que adornan la habitación.

siente como las manos rápidas del otro le quitan la camisa, dejando su torso desnudo.

y su espalda se arquea hermosamente cuando siente unos labios alrededor de uno de sus pezones. la lengua de julian se siente caliente y húmeda contra su piel.

puede sentir el peso del cuerpo ajeno sobre el suyo, inmovilizándolo.

una de sus manos toma los cabellos suaves de julian mientras jadea por aire.

julian sigue chupando su pecho mientras siente que sus manos bajan sus pantalones de entrenamiento.

está nervioso por lo que viene, pero a la vez ansioso.

enzo mira a julian con los ojos llorosos cuando este se aleja de su piel. puede verlo meterse tres dedos a la boca y chuparlos mientras aún se miran fijamente.

cuando alvarez vuelve a acercarse y besa su cuello con besos húmedos, fernández cierra los ojos y se deja llevar por el placer.

cuando julian mete uno de sus dedos dentro de él, solo gime un poco.

es algo que puede manejar.

duele un poco y se siente incómodo, pero no es nada de otro mundo. siente como el dedo entra y sale, julian lo mete hasta los nudillos.

cuando siente el segundo dedo, el dolor y la incomodidad incrementan considerablemente. arquea su espalda una vez más y cierra los ojos con fuerza.

julian lo coge con los dedos experimentalmente.

—¿te gusta?

la voz de julian se escucha ronca.

enzo deja salir un gemido vergonzoso para responder la pregunta.

y julian mueve sus dedos más rápido, agregando el tercero sin que enzo se de cuenta.

los dedos de julian se sienten bien, pero sabe que su verga se sentira mejor.

entonces los dedos dentro de él dejan de ser suficiente.

enzo mueve sus caderas y gime como una puta mientras lleva una de sus manos hacia la muñeca de julian. un pedido silencioso para que mueva sus dedos más rápido y fuerte.

—no te muevas.—julian le ordena. enzo lo escucha y aunque su voz ronca le eriza la piel, no hace caso.

entonces julian saca sus dedos y se aleja de él.

—te dije que no te muevas.

enzo quiere quejarse, pero no puede.

no puede porque julian lo toma de la cintura y en un abrir y cerrar de ojos, puede sentir como su verga entra con un solo empuje.

a enzo se le escapa un grito y aunque quiere llorar, se niega. solo aprieta sus manos con fuerza hasta que sus nudillos se vuelven de un blanco muy pálido.

y agradece que julian al menos tenga la decencia de esperar algunos segundos para que su culo se acostumbre al estiramiento.

—para la próxima, cuando te diga que no te muevas...—habla julian.—no te muevas.

alvarez comienza a mover sus caderas y aunque al principio va despacio, sus movimientos se vuelven más rápidos y fuertes.

se quita la camisa mientras sonrie arrogante cuando fernández le pide que se la quite.

su pelvis choca con fuerza contra el culo de enzo con cada embestida.

pone las piernas de enzo sobre sus hombros y se lame los labios mientras lo mira.

sus pezones están erectos, rojos y con saliva de julian.

sus labios están hinchados y mordidos.

sus cachetes están mojados por las lágrimas que enzo dejó caer en un descuido.

julian mueve sus caderas tan rápido y fuerte, que enzo teme que lo rompa.

pero hay algo en eso que le provoca placer.

—tan puta.—julian toma sus piernas para dejarlas en su cintura y se acerca al oído del morocho.—te toque un poco en la cancha y ya me abriste las piernas...

enzo gime entrecortado y mueve sus caderas para encontrar los empujes de julian.

—tan fácil...

fernández puede sentir como un reconocido calor se asoma por su abdomen bajo.

—me abriste la piernas tan fácil... me hace pensar que querías que te cogiera hace mucho.

alvarez pasa su lengua por la extensión del cuello del morocho, sintiendo el cuerpo bajo el suyo temblar violentamente.

solo bastan un par de empujes más para que finalmente enzo se vanga en su abdomen y parte del abdomen de julian. su cuerpo tiembla y su respiración está acelerada.

y julian lo sigue cogiendo, buscando su propio placer.

enzo comienza a sentir un poco de dolor por la sobreestimulación.

cuando julian finalmente se corre, lo hace adentro. enzo puede sentir el líquido espeso y caliente.

y cuando alvarez se aleja de él por completo, se siente disgustado al sentir el líquido caer lentamente de su agujero.

fernández hace una mueca de disgusto que el otro parece notar.

y antes de que pueda reaccionar, julian se agacha y con ayuda de su lengua limpia el desorden que hizo en enzo.