Christmas promise

U N I C O

El frío invernal de diciembre comenzaba a caer sobre la ciudad de Seúl, el normalmente húmedo clima cálido de la capital Sur coreana provocaba una incomodidad en el empresario Min Yoongi que le obligaba a cambiar del frío clima en su oficina, al refrescante aire acondicionado de su Mercedes Benz, cosa que en realidad le daba el pretexto perfecto para reforzar su vida como el ermitaño hombre de negocios que era.

Las dos únicas personas que soportaban el humor ácido de Min Yoongi, su reticencia a convivir con más gente y su necesidad imperiosa de controlar todo, incluyendo la temperatura ambiental, eran sus dos mejores amigos; Kim Seokjin y Kim Namjoon. La pareja lo había adoptado durante la universidad y su amistad había sido tan grande y fuerte que habían emprendido un negocio de importación juntos. Min Yoongi nunca expresaría en voz alta lo muy feliz y agradecido que estaba de que el matrimonio hubiera logrado superar la enorme muralla que solía poner al conocer gente nueva.

-Señor Min- el intercomunicador sonó en la oficina del nombrado, la suave y temerosa voz de su secretaria le hizo poner los ojos en blanco; si se sinceraba, realmente disfrutaba el temor que le tenían, no era como que fuera un mal jefe, solo era una persona insoportable, perfeccionista y exigente. -Lo busca el señor Kim- agregó ante el incomodo silencio.

-Hazlo pasar- respondió finalmente, casi podía imaginar a la chica respirar finalmente mientras dejaba caer sus tensos hombros.

-Cada día estoy más seguro de que te gusta asustar a los empleados- Seokjin entró haciendo una mueca de desaprobación.

-Nadie me conoce personalmente, asumen que soy un monstruo y tiemblan ante eso- respondió el pelinegro con una sonrisa arrogante.

-Por favor Min, todos sabemos que eres el monstruo de la perfección. Pero no estoy aquí para discutir tu fetiche sádico laboral. - Yoongi puso los ojos en blanco, pero sonrió sinceramente -Hay una reunión para cerrar un trato de exportación y necesito que te hagas cargo- Seokjin sonrió mostrando los dientes, pero sin expresarlo en los ojos.

-Normalmente es Nam el que cierra los tratos- expresó en pelinegro confundido.

-Christopher Bang es el heredero y próximo director ejecutivo de industrias Bang, la empresa que se encarga de la fabricación de las lámparas inteligentes del momento, la fábrica se encuentra situada en Taiwan. Hemos estado cotizandole nuestro servicio de exportación el servicio y quiere cerrar el trato este 23 de diciembre. Viene a pasar navidad en Corea, estará en los Montes Taebaek y quiere vernos ahí. -Seokjin veía sus manos mientras explicaba avergonzado.

-Ahora todo tiene sentido- Yoongi se recargó en el respaldo de su silla.

-Lo siento, pero si Namjoon va no estará a tiempo para Navidad y sabes que hemos estado esperando esta fecha con mucho anhelo. La casa hogar nos permitirá pasar la fecha con Soobinie. Sabes que estamos en proceso de adaptación, solo ha podido estar unas horas al día con nosotros y en esta ocasión estaremos juntos y solos todo el fin de semana, sin el personal de servicios sociales, como una verdadera familia- Yoongi aceptaría incluso si no fuera una fecha tan importante para el matrimonio Kim, tenía años sin pasar Navidad o año nuevo con su familia después del rechazo a su orientación sexual y el horrible intercambio de insultos y objetos voladores, no había pisado la casa de sus padres. Tenía una cicatriz en el brazo por los vidrios del jarrón de cristal que su madre le había aventado antes de prohibirle el regreso a su hogar que le recordaba las razones para no buscarlos.

-Sabes que para mí Navidad no tiene nada de especial, solo es un día más; pero me da mucho gusto que puedan pasarlo con Soobin. Espero que el proceso de adaptación termine pronto y puedan pasar todos los días juntos, como la familia que son. Se han esforzado mucho por lograr la adopción. Sabes que cuentas conmigo, nada como un fin de semana de esquiar, hacerme un poco más millonario y estar en el frio de la montaña- Seokjin se levantó abrazándolo agradecido.