INEFABLE

꧁Capítulo: 34꧂

♾️NADIA♾️
"Un sueño siempre es la revelación de tu alma"

Mi pecho sube y baja con mucha intensidad, mis extremidades arden demasiado pero el sabor en mis labios me obliga poco a poco a reaccionar. Mis párpados se sienten pesados pero el golpe de agua en mi rostro me obliga a gritar.

— ¡Pero... !—miro al causante quien mantiene un semblante serio— ¡¿Qué te pasa?!

Suspira cansado y se aleja hacia la salida de la cueva.

— Vamos —me levanto poco a poco viendo su ancha espalda desaparecer— se nos hace tarde.

Lo sigo y me molesta cuando el brillo del sol golpea mis ojos. Me tapo con mi mano izquierda y busco a la oscura persona que no le importa el frío que está haciendo, simplemente camina como si nada.

— ¿Por qué hay luz? —llego hasta su lado confundida con el panorama— había una tormenta cuando llegue.

— La mesa reconoce cuando lo van a invadir —me explica mientras se mueve por los árboles— así que crea tormentas para evitar la llegada.

— Interesante.

— Me sorprende que fueras a atracarlos y no estudiarás sus estrategias —niega aburrido— pudieron congelarte en un segundo.

— Tal vez sabían su destino.

Sigo caminando y observando el bosque. En el lado derecho se concentra la nieve mientras que en el izquierdo el sol brilla junto a una pradera.

>> Sobre lo que sucedió allá...

— No pasó nada —Itzan me interrumpe sin darme la cara— solo fue... un momento de debilidad.

— ¿Momento de debilidad? —frunzo mi ceño e intento girarlo.

— Escucha Nadia —Itzan se detiene agotado— no estamos pasando por un gran momento, estamos en una guerra.

Por primera vez miro sus ojos y lo que veo es muy diferente, tiene temor a que suceda algo más.

>> Y en momentos de debilidad decimos cosas sin sentido.

Me molesta ciertamente su actitud pero algo que siempre he admiro de una persona es su madurez. Itzan es un líder y no pondrá sus sentimientos por delante de nadie, todos lo sabemos.

— Entiendo —acepto sin intentar algo más— olvidemos que sucedió.

— Perfecto.

Se gira y comienza a caminar, mantienen una distancia prudente. El solo hecho de saber que se está alejando de mi me molesta pero debo enfocarme en acabar con toda esta maldición.

— Sobre lo que comentaste... —hablo luego de unos minutos— sobre salvarme... ¿es posible?

Sigue caminando y puedo notar que toma un gran suspiro para contestar mi pregunta.

— Estoy investigando.

Un sabor amargo me molesta, el crea una brecha que luego destruye y me muestra sus sentimientos.

— Realmente eres egoísta —le recuerdo.

— Soy un demonio ¿no? —me mira sobre su hombro con una pequeña sonrisa.

— Y de los peores —le sonrío de vuelta.

— Ya cállate princesa torpe.

Llegamos hasta la punta de una montaña y veo a Itzan lanzar una bola de su magia hacia el fondo para crear un portal. Se gira hacia donde me encuentro para inclinarse y dejarme que me lance primero.