CAPÍTULO 9

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Sus esfuerzos no fueron en balde, logró sacarlo a rastras de la habitación, mientras su pequeño amor estaba cubriéndose con la sábana avergonzado y tembloroso.

En la oficina, USA y Canadá hablaban sobre algunos cambios en la empresa, nuevos proyectos, para último otras garantías, para tener a flote su dinero.

No negará que múltiples veces lo sostuvo del cuello al extrovertido de su hermano, insistiendo en ver a la "dama" y presentarse de forma correcta, era una excusa para poder verla, y es posible que también para apropiarse de "ella", siempre le intereso las mismas cosas de su explosivo hermano.

Bolivia se levantó de la cama cuando le dio luz verde y pueda vestirse, mirando a detalle, su ropa acabo echo trizas en el suelo, ¿En qué momento dejo pasar aquello? Ni él se dio cuenta el rudo comportamiento de su pareja mientras lo desnudaba.

Bueno, para todo hay una solución, abrió algunos roperos, lanzando una que otra cosa a sus espaldas, buscando algo de su medida, ninguno era de su talla, así que opto por una de sus camisas de su amorcito para cubrir su delgado cuerpo.

Le llegaba lo suficiente largo para cubrir sus muslos y su hombría, abotonó cada uno hasta el último botón del cuello de la camisa, ahora solo le faltaba algún bóxer o corto para poder usarlo, no le gustaba sentir su intimidad acariciado por una ligera ventisca, ni por muy cálida y refrescante se sintiera, expuesto mucho tiempo de esa manera le daría frío.

Se puso de rodillas para revisar los cajones de abajo, estar de cuclillas lo cansaría más, busco con agilidad, tirando toda prenda que no sea la que estuviera buscando, era muy pequeño o los muebles eran muy grandes, pero su cuerpo podía ingresar al fondo de los cajones largos.

–Qué hermosa vista.

¡Ah! –Su cuerpo sufrió un espasmo después de una bofetada recibido en su glúteo derecho, enrojeciendolo después, luego sentir unas caricias en esa zona, estaba avergonzado y asqueado a no saber quien fue el responsable.

–Me gusta este tipo de bienvenidas.

Reconociendo la voz burlona del estadounidense, trato de salir lo más rápido que pudo de su búsqueda.

–¡Ah!

–¿Dónde es la prisa?

Después de recibir otra nalgueada, lo sostuvo de las caderas para detener su paso a salir de ese sitio, más sonrojado en ese momento no pudo estarlo, apesar de a verse visto cada centímetro de su cuerpo, aún le daba vergüenza y eso lo hacía enojar.

–Ya detente o no me hagas hacer arrepentirte de lo que te haré.

–¿Y qué me harás si no me detengo?

¡Ah! Mmmgh~! –Recibió otro golpe seco en su trasero, y el estadounidense estaba disfrutándolo, no se detuvo, sacando un exaltó del menor al sentir su hombría en su parte trasera rogándole por entrar mientras lo rozaba sin pudor.

–¿Lo quieres?

–¡Idiota!

Dándole un certero golpe con el codo en su pecho, no está de humor para un caprichoso suyo, el sonrojo invadían sus mejillas de la vergüenza, aunque le gustaría continuar, no sabía si su hermano ya se retiro y sabiendo que entra a cualquier sitio sin permiso, se moriría que lo vieran así.

El estadounidense le sorprendió la fuerza de su pequeño, no era tan grave pero si lo suficiente para sacarle el aire, detenerlo y alejarlo.

–Esta bien, como gustes.

–¿Se fue?

Lo miraba a los ojos, esperando su respuesta, nervioso.

–Si, ya deja de preocuparte

–¿Cómo quieres que no me preocupe? Nos vio, sabes lo avergonzado e incómodo que me sentí, me podría haber visto

–Pero no lo hizo, no es para tanto, no dirá por allí que me estuve acostando con alguien, ni lo hizo antes ni lo hará ahora.

Sintió la bofetada que hizo que girará toda su cabeza a un lado, poniendo su mano en su mejilla

–¡¿Y e-eso porqué fue?!

–Date cuenta sobre tus propias palabras dirigidas a mi persona, y guarda eso

–¿Qué?

Aún tenía el pene semi erecto fuera de su pantalón

–¿Cuál es el problema? Tu también lo tienes así- Cortándole a continuar, pues volvió a recibir otra bofetada del menor, comenzó a pensar que se aprovechaba la autoridad que ganó al ser su pareja

–¿Y de quién es la culpa? Estaba buscando con que cubrirme abajo, hasta que te insinuaste sobre mí.

–Es culpa tuya, cualquiera viendo semejante recibimiento lo haría.

–Oh, tienes razón, esa es una verdad que no note, entonces seguiré asiendolo para cualquiera desee una bienvenida increíble

–Si, ¡No! Eso no es lo que quise decir-Otra bofetada

El menor dejó de apoyarse en el suelo con las rodillas, dirigiéndose fuera de la habitación mientras el mayor se levantó a seguirle.

–Espera, espera, ¿A dónde vas?

–Me voy

–¿Qué? Pero creí que ya solucionamos ese asunto

–Si lo se, me dirijo a la salida para recibirlos como dijo su gran majestad- Haciéndole énfasis en burla en la palabra majestad.

El mayor no tuvo otra de darles una mirada asesina a todo aquel que mirara a su amorcito para darle la espalda y no verlo, pero la camisa lo cubría muy bien, apesar de no tener nada abajo, todo personal de limpieza entre otros se dieron la vuelta para no verlos.

Ya entrando al recibidor, el menor continuaba caminando rápido sin mirar atrás ya llegando a la salida sin escuchar las súplicas del estadounidense para detenerse, pero le heló la piel cuando escucho una voz potente y grueso, no tan grave, era sutil, pero eso no quitaba su tonalidad de voz erizandolo, nunca lo escucho antes, llamando su atención.

–¿USA? Pensé que tardarias en recibirme, como todos los-Miraba al menor asombrado con tener solo una camisa, de la parte de abajo no estaba seguro, y USA quien solo contaba con su pantalón, una situación rara mientras él sostenía algunas carpetas y papeles, al parecer lo iba ordenando mientras esperaba ser atendido- demás

–Germany. . .

𝘿𝙀́𝙅𝘼𝙏𝙀 𝙑𝙀𝙍 (USA X BOLIVIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora