MORE THAN SEX | HEESUN.

08.- Sexo.

Había besado a Heeseung.

Esa frase le había estado rondando por la cabeza desde la noche anterior, cuando Hee lo había tomado desprevenido y le había besado, de la forma más salvaje y adictiva que hubiera logrado nunca.

¿Lo pero de todo? Que le había gustado.

A pesar de que tratara de negarselo a sí mismo, le había gustado. Él y Heeseung no debían besarse. Eso era algo que tenían claro desde hacía bastante tiempo. Pero por alguna razón, el mayor lo había acorralado anoche contra la pared de la cocina, y entonces había roto la única prohibición que se habían puesto para su relación:

Besarse.

Sunoo trataba de no pensar en eso, pero era imposible. Desde que había salido de aquel departamento, por su cabeza no pasaba otra cosa que aquel condenadamente increíble beso. Llegó a su casa aquella noche y se miró al espejo. Sus labios rojos, muy rojos, y mordidos. Tenían incluso una marca, y le dolían. Se pasó toda la noche sin pegar ojo, siempre palpandose su adolorido labio inferior con la punta de los dedos.

Incluso en aquel momento en que sus amigos se habían reunido en su casa para estudiar matemáticas, el hecho de que Heeseung no le quitara los ojos de encima, no ayudaba mucho en su plan: #olvidareljodidobesoquetantomegustó.

Por eso no había podido aguantarse. Había adorado el beso, a pesar de que se repitiera tantas veces en su cabeza que no estaba bien. Pero... ¿Por qué no? Heeseung se lo había dicho esa vez: Entre él y Sunghoon ya no había nada, por tanto, no estaba mal que él besara a otras personas. Después de todo, ya era libre.

Soltero.

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—Sun... Quiero follarte...—le susurró Heeseung, mordiendo el labio inferior de Sunoo—...Pero no como lo hemos hecho siempre... Quiero besarte Sun... Adoro besarte... Necesito de tus labios... Por favor... Sólo por esta noche... Hagámoslo diferente, sin nada que pagarme... Esta noche quiero que sea más que sólo sexo...

—¿Sín nada que pagarte?—repitió Sunoo, como si se lo estuviera pensando—¿Nada de puto y caliente?

—No, Sun. Por esta noche, nada de puto y caliente.

Sunoo sólo asintió y colocó sus manos sobre las mejillas de Heeseung para atraerlo hacia sí y volver a besarlo, de la misma forma agresiva con que la que lo había estado haciendo antes. Necesitaba de Heeseung. Lo había estado necesitando durante aquellos dos años, a pesar de que Sunghoon era su novio, él siempre había querido eso. Besar a Heeseung.

—Mmmph... Heeseung...—jadeaba Sunoo dentro de su boca, mientras la lengua de Heeseung recorría con suma experiencia toda su cavidad, y a penas le dejaba respirar.

Heeseung jadeaba con su sofocada voz ronca mientras besaba a Sunoo, resoplando al sentir que se quedaba sin aire. Se separó de los labios del menos y comenzó a bajar por su cuello, besándolo de la misma forma necesitada y agresiva. Colocó las manos por debajo del suéter de Sunoo y le levantó el abrigo, hasta dejar su blanco abdomen al descubierto. Sus besos bajaron por el lívido pecho de Sunoo y dejó algunas marcas sobre la curva de su cuello, siempre que utilizaba sus dientes para succionar cada pequeño pedazo de su piel.

Sunoo gemía débilmente debajo de los labios de Heeseung y se estremecía con cada beso. No estaba acostumbrado a ese tipo de tacto, puesto que el y Heeseung nunca se habían besado durante el sexo. Todo aquello era nuevo para él, por lo que su piel era sensible, sobre todo en esa zona, y se erizaba con facilidad cada vez que Heeseung acercaba sus labios a él y le besaba.