TENGO QUE IRME

¿Que paso ayer?

Agosto

No se en que momento me había quedado dormida. Al día siguiente, me desperté gracias a los toques de mi puerta. Baje las escaleras casi corriendo, me sorprendió ver a Zac con un trapo de su cabeza.

—Me duele hasta el alma—se paso por un lado mio—. ¿Donde diablos te metiste ayer?

¿No se acordaba?

—Más bien donde te metiste tu.

—No recuerdo mucho de  lo que paso, ¿tu si?

Si, cada segundo.

Quise decir, pero en ves de eso, dije:

—No, estoy con una resaca de lo más fatal.

Zac de dejo caer en unos de los sillones, poniendo sus manos en su frente.

—Me siento fatal—confeso—. Se supone que hoy debía de estar con el equipo, pero tal vez ellos también se sienten fatal.

—¿En domingo? —hize una mueca de horror —. ¿Que nunca descansan?

—Pues se viene la semifinal de la tempora, así que...

El me miró como si quisiera que le dijera algo, pero me deslize hasta la cocina por dos vasos de agua.
El llego a la cocina luego de unos segundos de extirarse. Le extendí aquel vaso, en lo que pensaba que desayunar.

—¿Paso algo ayer, verdad?

Le pregunté luego de un largo silencio.

—¿Pasar de que?

—No se ayer me dijiste algo de Jade y no se...

—Eres mi mejor amiga. Sabes que si hubiera pasado algo te lo diría.

Ya para mi no era doloroso escuchar la palabra mejor amiga, ya era tanta la construmbre.

—Prepararé algo de desayunar, ¿Quieres?

—Un desayuno tuyo, no se niega. Me pongo en tus manos.

Le entre cerré los ojos, ante su comentario.

Desyunamos y hablamos como si nunca hubiera pasada nada, era un día común y corriente. El estaba escuchando mientras yo le leía un capítulo de un libro que había escrito. Cuando escuchamos la puerta principal bajamos corriendo uno tras del otro.

Nuetros padres habían llegando, mire a Zac muy confusa, se suponía que no regresian hasta el otro fin de semana.

Mis padres unos aldutos muy enamorados, y por supuesto los padres de Zac.

Yo sin embargo, no deseaba tener una vida adulta como la de ellos, yo quería ser escritora, viajar por el mundo.

Claro que tenia mis planes con Zac, el me visitaría en new York, mientras que el era jugador de la grandes ligas.

—Sentimos no avisarles—mi madre se acerca a nosotros, ddjnsdl un beso en nuestras frentes.

—Pero se nos hizo mejor caeles de sorpresa —su padre nos dijo, sonriendo.

—¿Les parece si salimos por ahí? —mi padre nos preguntó a lo que ambos a sentimos.

Y, así terminamos metiéndonos en el coche de sus padres. Siempre nos encantaba salir al cine o a un siempre parque, para nuestra sorpresa o la de Zac nos fuimos a un parque cercas de la casa, donde casi toda la familia de él, allí estaba.

Cuando llegamos a saludar a su abuela, ella miró debajo de sus ojos entre cerrando los ojos.

—Mijito... ¿Ella es tu novia?