— Tengo hambre... —, soltó aquellas palabras a la nada, siendo consciente de que nadie estaba ahí para escucharlo.
Katsuki se encontraba frente al ordenador, perdiendo el tiempo navegando en internet, sin embargo, después de algunos minutos había perdido el interés.
Extrañaba a su novio.
Tomó su celular, el cual se encontraba a un lado de la computadora; buscó un contacto en específico, y escribió:
« Nerd, ¿Regresarás temprano?
Solo bastaron algunos segundos, y el aparato recibió una notificación.
Lo siento, amor. Tengo que hacer horas extra (╥﹏╥) .
Chasqueó la lengua, algo molesto — aunque no era inusual —, solo que cuando su pareja permanecía más tiempo trabajando, el se aburría en su departamento sin su compañía. Pero jamás lo admitiría.
Soltó un suspiro, resignado a la idea de cenar sin compañía de Deku —su torpe novio—. Se levantó del asiento, y a pasos perezosos se dirigió a la cocina.
Preparó Katsudon; sirvió en su plato una buena cantidad, y el resto lo guardó para cuándo Deku volviera.
Tomó asiento frente a la mesa, y en silencio comenzó a degustar el platillo. Segundos después, el apetito desapareció, ahora sus orbes rubí veían el alimento con asco. Tomó un poco de agua, en un intento en vano para desparecer la sensación.
Frunció el ceño, pues el olor de las especias de la comida no ayudaba.
Su estómago se revolvió, entendió lo que pasaría a continuación y a velocidad se dirigió al baño.
Vomitó; la sensación de ardor era una molestía en su garganta, y el no entendía lo que pasaba.
¿Algún condimento le causó el malestar?, negó rápidamente, pues recurrentemente comían aquello.
Cuando terminó, enjuagó su boca, y se dirigió a su habitación,
para cambiarse de ropa, pues su camisa estaba llena de aquel asqueroso líquido.Tomó una sudadera en tallas grandes del armario de su novio, desprendió la prenda sucia de su cuerpo, y estando frente al espejo observó nuevamente las tiritas que había colocado sobre sus pezones hace algunos días.
Si, Katsuki había olvidado el tema sobre sus pezones, pero esa zona se había hinchado y estado más sensible de lo usual, por lo que optó cubrirlos con una bandita.
Sin darle más vueltas al asunto, se vistió. Ya era algo tarde, así que simplemente se recostó en la cama, dejandose perder por la calidez de las mantas, y el sueño hizo de las suyas.
[.....]
Abrió lentamente sus ojos al sentir una suave caricia en su cabello, al estar completamente consciente, observó a Deku, el cual se encontraba a su lado, manteniendo una adorable sonrisa mientras lo miraba.
Katsuki inconscientemente arrugó sus cejas, estaba por reclamar sobre su tardanza, pero un suave beso en su frente detuvo sus acciones.
— Perdón por llegar tarde, kacchan.
¡¿Por qué tenía que tener un novio tan tierno?! Era frustrante, pues era complicado molestarse de verdad con él.
— Da igual, no te extrañé —, soltó agresivamente, sin embargo, sus mejillas pintadas de carmín lo delataron.
El peliverde soltó una ligera risa, pues conocía a la perfección a su pareja. Y mientras el era una persona cariñosa, y aprovechaba cada momento para expresar su amor, Bakugō era todo lo contrario, así que la situación le causaba gracia.
Midoriya recuperó la compostura, y mirando con adoración a su pareja, preguntó:
— Cariño, ¿Estás enfermo? —, su mano se dirigió a la mejilla del contrario, acariciando con cuidado.
— ¿Por qué la pregunta, nerd? —, encarcó una de sus cejas. ¿Tan evidente era?, aunque realmente no sabía lo que le pasaba.
— Uh, pues vomitaste al parecer.
Mierda, es cierto. Olvidó tirar la palanca de la taza.
Aún así, negó rápidamente. No le gustaba preocupar a Izuku.
— Bien, pero de todos modos ve al hospital mañana, ¿De acuerdo? —, dijo no muy convencido.
Simplemente asintió, conocía cuan terco podía ser Izuku, así que era mejor despejarlo de preocupaciones, además, el también disparía sus dudas.
Después de una conversación de algunos minutos, ambos se enfundaron en el suave colchón. Y gracias a caricias, se quedaron dormidos.
Tal como lo había prometido, al siguente día se levantó y partió camino hacia el hospital.
Katsuki tenía un trabajo, no obstante, el pasaba la mayor parte del tiempo en casa, ya que el ser escritor tenía sus ventajas, y ese día pidió amablemente —con amenazas— el día libre.
Estando frente al hospital masculló, seguramente solo era un simple malestar de algunos días, y con medicamento cesaría, solo estaba desperdiciando su tiempo.
[.....]
— ¡Felicidades, Bakugō-san, está embarazado!
Santa mierda...
Sus ojos se tornaron en blanco, y su mente solo repetía la palabra "embarazado", se encontraba en un trance.
— ¿Ha?, ¿E-es joda, no?, ¡¿Dónde están las cámaras?! —, exclamó alterado, mirando hacia cada rincón de las paredes blancas del hospital.
La doctora soltó una ligera risa, y de inmediato recuperó la compostura al percibir la mirada hostil que le era dirigida.
— No es una broma, usted tiene dos meses de embarazo —, le habló con un tono gentil.
Bakugō Katsuki, ¿siendo padre?
No, no, no, no, era imposible. Nisiquiera se soportaba a si mismo, ¿Cómo podría soportar a una versión mini de él?Tan pronto como salió de su pequeño trance, se levantó agitado de su asiento y salió corriendo, escuchando a la lejanía los gritos de la mujer, aún así, siguió con su huída.
Del bolsillo de su pantalón sacó su celular, y marcó sin pensar.
— ¡Trae tu jodido trasero a casa! —, fue lo único que dijo, para después colgar la llamada.
¡¿Cómo le contaría a su novio?!
ESTÁS LEYENDO
Baby On The Walk || Izubaku
FanfictionBakugo Katsuki, quién es un chico de carácter temperamental, estaba por recibir una noticia que cambiaría su vida: Estaba embarazado. Midoriya Izuku, quien es su pareja, tendrá que lidiar con su chico en estado de gestación. Son solo nueve meses, ¿Q...