La Librería y el Mundo Oculto

Capítulo 1. Belle, Yaiza.

Eran tiempos en guerra, las bombas hacían vibrar los cristales de las ventanas manchadas con gotas recientes de la lluvia invernal, el contenido de la taza de te vibró, Belleza contempló la taza por un momento. Estaba en su escritorio con una pluma escribiendo su nueva novela. Esta había leído cientos de historias, había viajado por mundos insólitos y había descubierto el amor del caballero rubio armado de una conocida escritora. Ella quería ser igual, pero además tenía la esperanza de alguna vez poder meterse dentro de una de las historias, viajar realmente dentro de los libros, era su único escape en su país medio destruido por las tropas del país vecino.

De repente tocaron a su puerta, se sorprendió pero en seguida reaccionó y se puso en movimiento. Escondió su nueva novela y echó un vistazo por la sala. Al comprobar que todo estaba en su sitio, fue a abrir la puerta con el corazón en un puño. Esperaba que no ocurriera otra vez, era lo único que podía pensar, mientras se dirigía a la puerta. Volvieron a tocar la puerta pero esta vez con más fuerza. Le quedaban unos segundos para poder abrirla, los últimos momentos antes de enfrentarse a la persona que estaba ahí. Con las manos temblorosas abrió la puerta y se encontró a su amiga Yaiza sollozando. No entendía lo que le pasaba pero sabía que algo no andaba bien. Le dijo que se sentara, que le prepararía un té caliente y que fuera lo que fuera todo iría bien. Iba empapada. ¿Dónde se habría metido? Su casa estaba en la manzana colindante.

-Yaiza, tranquilízate por favor y después hablamos- sentenció Belleza mientras le servía el té.

Pasados unos minutos Yaiza empezó a hablar.
-Se fue la luz. Todo el apartamento estaba oscuro tan solo alumbrado por la luz de una diminuta vela. Creía que no pasaba nada hasta que me percaté de que toda mi familia no estaba en casa, mi hermano, mis padres y mi hermana. ¿Y cómo demonios podía ser si antes de que se fuera la luz estaban todos? Mi madre en la cocina horneando su dulce tarta de manzanas, mi padre en el sillón leyendo una novela, mi hermano a su lado, escogiendo un libro de la biblioteca. No había ni rastro de ellos. Empecé a gritar sus nombres y no hubo respuesta. Yo estaba en el sofá descansando, Belleza, imagínate, estaba medio despierta medio dormida, se fue la luz, y todos desaparecieron como si se los hubiera tragado la tierra. La tarta de mi madre a medias.
Salí de casa, y busqué por las calles escuchando las bombas a lo lejos, los militares diciéndome que me metiera en casa, testaruda yo los busqué por numerosas calles de esta maldita ciudad.
Volví a casa, tal vez ya habían vuelto, pero todo estaba como antes.
De repente, escuché un sonido que salía del libro que mi padre estaba leyendo, y este emitía una luz verdosa.
Y salí corriendo para buscarte, Belleza. No se. -hizo una pausa- Todo es muy extraño, estamos todos y de repente... Estaba sola con un libro iluminado... Pero,pero...

- Tranquila, Yaiza. ¿Tienes el libro o lo has dejado en la casa?

- Lo tengo, pensé que era mejor cogerlo que dejarlo ahí y alguien lo encontrará. Se que tiene algo que ver con lo que le ha pasado a mi familia.

Belleza suspiró con alivio, por lo menos esta vez habían dejado una pista con la que seguir, no como aquella vez con...

- Belleza, ¿Que pasa, te has quedado blanca?

- Nada nada. No te preocupes. Sólo he recordado algo, pero antes que nada voy a buscarte algo para que te pongas algo seco y me sigues contando, ¿vale?

Belleza salió de la habitación pero dejo a su amiga muy preocupada ya que le daba la sensación de que le ocultaba algo y quería saber que era.