02.

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Izuku Midoriya, era un hombre carismático, amable, bondadoso, alegre y sobre todo, valiente.

Si, valiente...

¡Pero esa virtud desaparecía cuando se trataba de su novio!

Ahí estaba, sentado en el sofá frente su pareja; el sudor recorriendo su frente, sus manos temblando, y los zapatos pegando constantemente contra el piso, estaba nervioso. ¡Pero mierda, Katsuki lo estaba fulminando con la mirada!, peor aún, este no decía palabra alguna, y eso daba miedo. Demasiado.

Se encontraba realizando un papeleo cuando recibió la llamada de Kacchan, y el "Trae tu jodido trasero a casa", no significaba nada bueno, por ello, regresó tan pronto como se le permitió.

¿Pero cuál era la razón?

¿No hizo los deberes de casa?, ¿Dejó sus figuras de All might tiradas?, ¿No desayunó apropiadamente?, ¡¿Qué demonios había hecho?!

Inspiró profundamente, revolvió su propio cabello, y se acercó hacia el otro sofá, arrodilladose frente a Bakugō para poder escucharlo mejor.

— Amor, ¿Qué-

— No hables. —, recibió una órden del menor, quien cruzaba sus brazos y el ceño fruncido no desaparecía de su rostro.

— De acuerdo, cariño. —, bien, necesitaba espacio, así que de nuevo se sentó en el sofá.

Algunos segundos pasaron, segundos que fueron envueltos en un silencio incómodo y llenos de incertidumbre.

Realmente Midoriya no comprendía que mal había cometido, pero debía ser una buena razón.

Escuchó un suspiro viniendo del contrario, y rápidamente le dirigió toda su atención; mirándolo expectante.

Bakugo jugó con las mangas de su suéter, y su mirada se mantenía en sus zapatos, mientras que hacía una mueca.

— Y-yo... —, balbuceó el de ojos carmín, mirando cualquier cosa menos a Izuku.

En ese instante las alertas en la mente de Deku se encendieron, ¿Por qué?, Simple, Kacchan estaba nervioso. Debía ser algo verdaderamente grave.

Así que sin pensarlo demasiado, se acercó hacia su pareja, tomandolo bajo de las axilas de este para poder cargarlo, y así colocarlo en su regazo.

— Cariño, ¿Qué sucede? —, le preguntó mientras acariciaba su mejilla tiernamente.

Kacchan levantó la mirada, dejando reflejar miedo en su mirada; era la primera vez que le veía de esa manera.

— Fuí al hospital...

— Oh, y... ¿Cómo te fué?

Nuevamente el lugar se sumergió en un silencio, no obstante, no era incómodo, ya que Deku intentaba disipar cualquier indicio de duda a través de suaves caricias.

Bakugō recargó su frente en el pecho del mayor, aspirando suavemente el olor de la fragancia de su novio.

Tenía miedo, si bien sabía lo comprensivo que era Izu, aún así, las dudas le carcomían. Por qué el tener un bebé era un gran, gran paso.

— Dijeron qué...

— Ey —, lo tomó del mentón, elevando su mirada con suma delicadeza — Puedes decirme cualquier cosa, Kacchan, estaré contigo sin importar qué — plantó un ligero y cálido beso en sus labios, provocando el sonrojo del otro.

Asintió. — Dijeron, que... Yo... —, chasqueó la lengua y de una vez por todas mostró seguridad — Estoy embarazado.

La expresión de Midoriya cambió drásticamente.

Embarazo. Padres. Bebés.

Sin más que pensar, colapsó.

Baby On The Walk || IzubakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora