moonlight love ★

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La luna era la única luz en los alrededores, era la única que lo acompañaba todas las noches en el camino de vuelta a casa.
    Él daba pasos lentos, no le importaba llegar tarde, sabía que nadie lo esperaba.
Todos los días era la misma rutina, entraba al trabajo a las 06:00 a.m a una pequeña oficina donde hasta las 19:00 p.m se la pasaba frente a una computadora esperando el momento de retorno.
     A veces se preguntaba cómo había terminado así.

¨Escapaste de tu casa a los 15, apenas sabías valerte por ti mismo, y como no tenías más dinero terminaste en una pequeña y nada interesante ciudad; donde tu vida se volvió tan monótona y lúgubre que hasta a ti mismo te da pena a veces.¨Ah, cierto.

      Bueno, al menos era una linda noche.

Lo único que seguía gustándole era la noche. En esta en específico parecía que las estrellas brillaban con mayor intensidad.

Estaba a mitad de camino cuando en un callejón cercano divisó algo poco usual en ese  lugar: una mujer tirada tirada en el suelo, inconsciente. No era algo que se veía todos los días. Se cuestionó un poco antes de acercarse al cuerpo de la mujer; no mostraba signos de violencia a simple vista, se encontraba con un aspecto tranquilo, como si solo se hubiese dormido allí; ¨tal vez esté ebria¨supuso. Simplemente iba a dejarla ahí y volver a su camino, mas sintió un poco de preocupación por ella. No era una ciudad peligrosa, pero aún así  quiso llevarla a un lugar más decente hasta que recuperara el conocimiento.

Decidió levantarla e intentar llevarla hasta su departamento. No tenía dinero suficiente para pagarle un buen hotel.

       Logró llevarla gracias a la ayuda de un vecino, ya que él apenas y podía soportar el peso de su propio cuerpo, el cual ni era tanto. Al llegar recostó a la mujer en un sillón y la observó cuidadosamente mientras inhalaba un cigarrillo; piel blanca cual alabastro, hebras negras y rizadas, figura delgada y un semblante angelical.

Tenía el aspecto de un verdadero ángel.

A juzgar por su apariencia no debía pasar los 20 años. Su vestido azul dejaba sus hombros al descubierto,mientras que su cuello y muñecas estaban adornados por  preciosas joyas doradas.

    Le aliviaba el hecho de que no tenía herida alguna, pero le intrigaba el cómo tal bella mujer pudo haber terminado en un callejón, o en una ciudad tan deprimente como esa.

Tiró la colilla de su cigarrillo y arropó su cuerpo con una fina sábana, la miró una última vez para luego ducharse e ir a la cama.

Y★