ágape | haosoon

inefable

inefable
algo tan increíble que no puede ser expresado en palabras.

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todo estaba yendo acorde a sus expectativas, personas asombradas tomando fotos de sus cuadros y pidiéndole fotos a él. si bien, en un principio minghao hubiera preferido mantenerse en el anonimato durante la exposición, fueron sus amigos y el director de la misma galería los que lo convencieron de presentarse junto a sus pinturas.

no se podía engañar a sí mismo, le estaba empezando a agradar la atención que estaba recibiendo, aquellas personas dándole palabras de afirmación y con ellas seguridad sobre su propio trabajo.

pasaron varias horas, minghao estaba apunto de irse a su hogar, satisfecho y orgulloso con el resultado de la exposición.

eso hasta que vio que había alguien mirando fijamente una de sus obras favoritas, un joven rubio casi de su misma altura, unos centímetros más bajo que él quizás, era pura estimación debido a la lejanía. lentamente se acercó por detrás, no tan silencioso para no asustar al pobre chico.

—¿te gusta? —minghao dijo casi en un susurro.

el joven quitó su atenta mirada de la pintura para mirarlo directamente a los ojos. minghao notó que los ojos del rubio eran pequeños y muy brillantes, quiso sonreír por eso.

—es la que más llamó mi atención aquí, me transmite la misma sensación que una noche en verano, fresca pero puede volverse cálida repentinamente —volvió su atención a la pintura, aunque esta vez ladeó la cabeza un poco, como si tratara de hallar algo más—. mh, hay una palabra que quedaría mejor con cómo me siento.

—¿en serio? ¿cuál es?

minghao sintió su curiosidad crecer, por la próxima respuesta de aquel desconocido, por su nombre, por su edad, por cómo había llegado aquí, por todo respecto a él y se preguntaba si el rubio sabría que el pintor del cuadro que tanto le gustaba estaba parado al lado suyo.

—inefable, no puedo expresarlo correctamente pero podría mirarlo por horas —el más bajo sonrió.

—entiendo.

claro que lo hacía, pero no era a la pintura a la que se refería minghao.

había estado recibiendo atención todo el día, sin embargo, esta vez se sentía diferente, dos desconocidos teniendo una conversación superficial sobre un cuadro, no de una persona tratando de impresionar a un artista con su léxico extenso ni con el empleo mil características positivas exageradas para ganarse su simpatía o un descuento en la venta de pinturas. le agradaba.

—¿cuál es tu nombre, por cierto? —el rubio preguntó—. mi nombre es soonyoung.

soonyoung. encantador.

—soy minghao.

soonyoung se sonrojó. en serio no se había dado cuenta de quién era el desconocido que le habló de la nada, debió suponerlo.

—así que tú eras... —aún con las mejillas pintadas de carmín debido a la vergüenza bajó la mirada.

—el pintor, sí, xú minghao.

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son los sentimientos más bellos los más difíciles de explicar.