Quiero que tú quieras [Elbdo #2] COMPLETA

Capítulo 14

Hola hermosas 💜 Subí un capítulo antes, si no lo han leído, no empiecen con este 👀

Si hay algo provechoso de ser abogado, son los contactos. A lo largo de los años he defendido a mucha gente, lo que me ha permitido conocer muchas personas, sobre todo en cargos importantes. Nunca pido favores a menos que realmente los necesite y en este caso solo tuve que hacer una llamada para que Matthew consiguiera lo que quería.

Preparo un bolso con algo de ropa mientras espero el mensaje con la dirección. Cuando llega, sonrío y hago la transferencia del dinero. Luego, compro el boleto más rápido a Nueva York.

No me molesto en llamar a Sebastián. Este último mes ha sido difícil para él, ya que, aun sin quererlo ha quedado en medio de todo el asunto. No quiero que mis problemas interfieran en la relación que ha formado con Dahlia, sobre todo después de lo mucho que le costó que ella aceptara por fin sus sentimientos.

No sé cómo me siento con todo esto. Estoy ansioso, pero definitivamente no preparado. Tengo tantas preguntas en mi cabeza, pero todo lo que quiero es verla y envolverla en mis brazos. Sé que hay mucho por hablar, y honestamente, me aterra.

¿Estará mejor?, ¿se arrepentirá de haberse ido? Tantas jodidas preguntas.

Lo único que espero realmente es volver a casa con ella.

Mi vuelo salió a las siete de la mañana. Le dejé un mensaje a Sebastián, cuando lo leyó, yo ya estaba en un avión de camino a Nueva York.

El vuelo se me hace eterno y a pesar de no haber dormido anoche, no logro pegar ojo. Cuando la azafata anuncia que estamos por aterrizar, mi pulso se acelera y un nudo se instala en mi estómago. Todo se siente más real, voy a verla.

Salir del aeropuerto es un jodido infierno y eso que no traje mucho equipaje. No sé cuánto me quedaré, estoy dispuesto a esperar hasta que ella esté lista para volver conmigo, pero tampoco quiero ilusionarme, no después de todo lo que hemos pasado.

Un taxi me lleva a un hotel céntrico y después de registrarme, dejar la pequeña maleta y darme una ducha, estoy listo para enfrentarla.

Mi celular suena justo cuando estoy por abrir la puerta. Suelto un suspiro tembloroso antes de contestar.

—¿Un mensaje? —Sebastián no me da oportunidad de responder, sigue hablando con ese tono indignado y lleno de reproche—. Podría haber ido contigo, podrías haber llamado, podrías...

—Tienes que hacerte cargo de la oficina—lo interrumpo—. Además, necesito hacer esto solo.

—Una mierda, Mark—maldice—. Yo debería estar ahí.

—Pero no lo estás—sonrío, luego suelto un suspiro y abro la puerta—. Estoy yendo a la casa de Ava ahora, prometo llamar después.

—Bien, pero si no llamas apareceré mañana mismo en Nueva York—advierte y sonrío.