A cada paso que daba el agotamiento se hacía más profundo; sus pies habían comenzado a doler desde hace unos minutos, aunque no recordaba el tiempo exacto en que se dedicó a solo caminar sin un rumbo fijo.
Los gritos de su madre aún resonaban en el fondo de su memoria, la forma despectiva en como lo llamo antes de salir era lo único en que su mente se concentraba.
Sabía que la mujer después de pasar su borrachera se arrepentiría de aquellas palabras, eso no quería decir que no le dolieron como un hierro caliente adhiriéndose a su piel.
Entendía el dolor en el corazón de su madre, la tristeza que la consumía no se podía comparar con nada.
Su familia había perdido a dos integrantes en un mismo día.
Esa desesperación por saber cómo estaban cuando se enteraron de que un camión los embistió en medio de una carretera era una experiencia que jamás se imaginó tener; Una angustia mezclada con llanto cuando el doctor declaro que su padre murió casi al instante de recibir el impacto, su hermano lucho por mantenerse con vida, pero no lo logro.
Siempre era una pregunta difícil de contestar que era lo peor que podía pasar; ¿Un padre enterrando a su hijo? O ¿Un hijo enterrando a su padre? Nunca tuvo una respuesta a eso, no obstante, sabía que la muerte de sus progenitores sería horrible, aun así nunca se cuestionó que sería perder a su hermano.
Ese día en que su madre se aferró a su brazo, supo que no debió hacerse esas preguntas; porque el llanto atorado en su garganta no solo se debía por el fallecimiento de su padre; Aquel que fue su héroe, quien se supone era su fuerte, ese que en las noches llenas de tormentas le cantaba para que pudiera dormir, un hombre que poseía unas manos rígidas por su trabajo, pero que al mismo tiempo eran cálidas al tocarte, el cual te indicaba con sus gestos que todo estaría bien.
Porque él era el pilar, un líder.
No. Esa fecha fue la pérdida también de su mejor amigo, su compañero de aventuras, quien fue su confidente desde que tuvieron memoria, aquel que era su consciencia en tiempos de rebeldía, su alma gemela. Su hermano era una luz en la casa, aquel que siempre tenía algo con lo cual hacerlo reír y que su sonrisa algo torcida era encantadora.
"Eras como un rayo del sol en medio de una nevada" Pensó en tanto sus pasos se volvían más lentos.
Durante todo el proceso del funeral se mantuvo lo más calmo posible, siendo el soporte de la única persona a quien podía llamar familiar; sin embargo, el retener su dolor no lo hacía desaparecer y poco a poco su propia tristeza lo comenzó a devorar.
Cada noche podía oír los lamentos de su madre pegada a las dos urnas en donde las cenizas de sus seres amados descansaban.
Y se comenzó a reprochar de porque no fue el quién se murió ese día.
A pesar de que no lo admitiera en voz alta, tenía en su dolor que las cosas serían menos difícil si el muerto hubiera sido él. Con su madre siempre tuvo una relación difícil, ya que ella lo rechazaba por quien era, en su imaginación su progenitora hubiera recibido su muerte con tristeza, pero superando con rapidez todo el proceso.
Dejo de divagar cuando una bocina detuvo su andar, miro a su alrededor esperando ubicarse y se encontró en un puente gigante, no era cualquier puente, todo aquel que viviera en esa ciudad conocía este sitio.
— El puente de los suicidios. — Declaro como si se tratara de un chiste.
Tanto que había pensado en la muerte que su propio subconsciente lo llevo al lugar en donde las personas se tiraban a terminar con su miserable existencia.
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Until We Meet Again (YM)
FanfictionEn una noche fría de Diciembre, dos almas sin rumbo decidieron encontrarse. ➡Yoonmin como única pareja ➡OS ➡ Copias o adaptaciones estan prohibidas.