Cuatro: Nervios.

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Ha acordado reunirse con Fuleco ese mismo día alrededor de las 15:00, irían juntos a un museo, le parecía la idea perfecta, pues ahí mismo podría aclarar de una vez algunas dudas que tenia de su anterior salida grupal, todo a causa de no atreverse a preguntar directamente el asunto, sin embargo desde hace días sentía un nudo en su pecho al pensar sobre el armadillo y malas acciones, iba a aprovechar al máximo ese día y poder hablar todo de una manera apropiada.

"Te estaré esperando", fue el último mensaje que recibió por Fuleco antes de ya haberse dirigido hacia su punto de reencuentro. Debía de admitir que los museos aunque si llamaban mucho su atención no era su punto de interés más fuerte, pero no podía negarse tras haber de igual manera negado algunos otros citios sugeridos por el armadillo y no estar tan convencido, sobretodo luego de el no dar una sola sugerencia.

Ha logrado a cierta medida relajarse, pues tras su última salida aunque hubiesen dudas logró aclarar otras cosas con Fuleco, al parecer ya había hablado este mismo con Zakumi sobre la última conversación que tuvieron, eso lo calmaba, solo era ahora su propio asunto poder preguntar sin más la duda que se había estado guardando sobre Fuleco y dependiendo de cual sea la respuesta ahí irán variando sus acciones. El camino hacia el museo fue uno bastante silencioso, al estar centrado en tantos de sus pensamientos no se dirigía tanto la palabra o hablaba solo como ocurrió con anterioridad; dejando ese peculiar detalle de lado, muy pronto ya estaba en su punto de reencuentro a una hora apropiada, las 14:40, no podía evitar llegar desde antes pero al menos no llegaba desde una hora antes como fue un caso hace muchos años, de igual modo no tuvo que esperar demasiado a por su acompañante, pues llegó al poco tiempo.

—No te hice esperar demasiado, ¿verdad?—Escuchó a su derecha la voz del armadillo. Sentía que, al menos a diferencia de su primer encuentro ha logrado ir desvaneciendo a cierto modo la inquietante formalidad que llegó a haber entre ambos, a una la cual se transformó en una clara amistad y confianza, sonrió al verlo.

—Para nada..No te preocupes—Respondió, tras eso saludó al contrario, pensaba una vez más de la forma la cual últimamente había ocurrido, un "apretón de manos" bastaria, sin embargo recibió una distinta forma de saludo con su acompañante, la cual le sorprendió desde sus inicios.

Recibió un abrazo por parte de Fuleco, sentir una vez más como la mascota del mundial de Brasil lo envolvía en sus brazos fue una extraña sensación, no estaba nada acostumbrado a abrazar tan seguido, a pesar de ello no se quito, se sentía bien. Aún cuando tardó, correspondió el abrazo del contrario. Se separó rápidamente, debía de acostumbrarse más a recibir abrazos, pensó; mantuvo una ligera sonrisa sobre su rostro, no sabía que precisamente decir tras la acción recién ocurrida, aunque se alivio pues el armadillo animó un poco el ambiente.

—¿Entramos?—Preguntó el armadillo brasileño de tres bandas, haciendo referencia al museo, asintió y fueron en camino los dos juntos.

Para su alivio, sintió menos tenso el ambiente como podría haber pensado en su camino e igual desde los días pasados donde acordaron la salida, tal vez se habrá dejado llevar una vez mas; pues al recibir la platica con Zakumi creía que habrá un momento más tenso entre ambos, sin embargo fue su error, todo parecía lo mismo, e incluso se atrevería a decir que durante esos días donde han estado juntos mandándose mensajes se ha fortalecido más la confianza que hay entre las dos mascotas, a poco llevándose de una manera tan natural. Sabía la rápida conexión que tuvo con Fuleco desde el primer día y le alegraba saber que esta misma no ha cambiado conforme paso el tiempo.

Tras estar observando durante un buen rato aquel lugar a penas se percató que este museo era uno de arte, fue bastante descuidado, incluso al revisar correctamente la dirección que Fuleco le mando en su momento y verificar que se trataba de un museo de arte notó su descuido. El armadillo parecía más intrigado en esas obras que el, lo debía de comprendes, pues después de todo el sugirió este sitio, observó con atención a su rostro, parecía muy concentrado al observar un cuadro con una pintura la cual fue incapaz de comprender.

El mundial - Fuleco x La'eeb.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora