capítulo XV

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Estaba bailando en un palco limpio y vasto. Rodeado de luces vigorosas y música

Melodías mezclándose en mis oídos, suaves y lentas, que de a poco a poco aceleraban hasta tener un toque sadico-tranquilo, siempre más y más rápidas, dándole una pizca de locura que nunca se abría esperado

Su cuerpo no era suyo, no lo controlaba, solo parecía una marioneta en un inmenso palco de desgracia lleno de calamidades, ni él lo entendía, solo sabía que le encantaba.

Paso tras paso se dejaba alumbrar por las luces

Hasta que cayó...

Cayó en cuenta de la absurda manipulación a sus sentidos.

abrió como palancas los ojos, no logrando parar su baile.

Como todo en ese mundo obviamente el baile era solo ideología suya.

Y en realidad los hilos que lo sostenían como marioneta debían de ser cortados

Y no por alguien

Sí no que por el mismo.

¿Que hago aquí? Mierda! Otro jodido juego mental! Cómo odio esto...

En plena mitad del baile empezé a forcejear

Hilos más fuertes no, eh?

No podía moverme como quería no podía mirar donde quería, no podía siquiera hablar!

Todo se iba cayendo y... desmoronando? No entendía bien que pasaba, solo sabía que seguía el ritmo de la música y eso era lo único que importaba.

Mientras más me movía más oportunidad para notar como cada cosa a mi alrededor poco a poco se iba cayendo y desintegrando.
Las sillas, los muebles, hasta luces y sombras se distorisionaban para luego caer en el oscuro.
La música se empezaba a elevar demasiado, mientras que el aparato que la reproducía era destrozado por las sombras

Y se elevaba

Más

Y más

Y más.

Hasta que solo oía un fuerte chillido en mis tímpanos. Comenzé a recobrar sentido en mis extremidades mientras todo se volvía negro. En cuanto pude me tapé los tímpanos, sin notar el carmín líquido que se posaba en las palmas de mis manos al apoyarlas en mis oídos para taparlos, tenía un fuerte dolor de cabeza.

Empezé a abrir mis ojos, notando toda la oscuridad a mi alrededor, excepto por una parte.

Un pequeño círculo

Una escena muy familiar ahí

Mi padre y mi madre

Un pequeño niñito escondido detrás de una pared, escuchando todo.

Palabras distorsionadas salían de las bocas de los padres.

乇ᦓ乇   𝔪ㄖꏳㄖ𝔰ዐ   几ㄩꪀ匚ꪖ    卂 𝔭ꋪꏂꈤꪀᗪ乇–

Le dolía la cabeza al solo escuchar esa mezcla de palabras

No lo entiendo...

¿Por qué estás siendo tan

Malㄖ ?

𝔪𝔞𝔩𝔬 ?

ɯɐlo?

Deja de pretender tanto de mi

¿Y lo que hizo él?

¿No cuenta?

Todos siempre están en mi contra...

Pero fue él quien me golpeó por primero!

Eso no importa Jeffrey, tú no debías de reaccionar, informarle a un adulto era lo único que se te tenía permitido hacer–

Pero me estab-–

Vete a tu cuarto–

P-pero!–

Nada de peros! Ahora y no se discute. Si no quieres una razón válida para llorar entonces ve a tu cuarto sin andar de respondón–

Corrió como pudo a su cuarto, intentando que las lágrimas no salieran, pero cuando notó lo ofuscado que veía sabía que sería inútil detenerlas.
Conteniendo como podía los sollozos se puso a pensar en lo que había pasado.

Ese fastidioso chico había ido nuevamente a molestarlo. Insulto tras insulto dejaba pasar, pero cuando empezaron con los empujones sabía que eso no iba a parar, así que simplemente le dio un corto él, empezando una pelea en donde los dos terminaron con unos cuantos moretones por todo el cuerpo, rasguños en la cara y raspones en los nudillos. El resultó el más afectado aunque le costase admitirlo, era más pequeño sea en edad que en corporatura y altura respecto a los de esa banda, y las patadas al estómago habían sido "algo" fuertes.

Sonrió, no obstante eso sonrió. Era lo que le había enseñado su madre a hacer en esas situaciones, y lo que había hecho estallar la pelea entre los dos. El pelirrojo detestaba ver sonreír al castaño, por el simple hecho de que parecía tener la victoria, y este debía de demostrar que no era así.

Un toque en la puerta le hizo recobrar sentido. Era Liu, preguntando si podía entrar.

Sí...–se limpió rápidamente las lágrimas, intentando esconder sus ojos rojizos por el anterior llanto–¿qué pasó?–

El mayor suspiró pesadamente

Ven, déjame ver esas heridas–dijo acercándose

N-no tengo ninguna!–volteó su mirada hacia otro lado para que no lo viera a los ojos, esto fácilmente lo notó Liu.

Tranquilo Jeffrey, no me voy a burlar–el castaño volteó discretamente a ver al mayor, notando la sonrisa de sinceridad que este traía. Se fió, y dejó que su hermano mayor le curara las heridas.

Intenta dejar de meterte en estas peleas inútiles, está bien hermanito?–

Pero no fue mi culpa!–

Sigues de testarudo como siempre, se vé que el golpe en la cabeza que te dió ese mocoso no sirvió para que te la quitara–respondió burlona mente soltanto una que otra carcajada escondida.

Oye!–

Después de todo, Liu nunca fue el malo...

________831 palabras________

Mi territorio (Slenderman x Jeff the killer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora