Capítulo 12 - Un Hogar

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Todos vuelven a casa. Han llamado a Vicky para avisarle que todo ha ido bien, y que ella les dé la señal para que vuelvan sin que nadie note.

- ¿Qué tal está? - Vicky acaricia el pelo de su amiga, y la mira con pena.

- No reacciona, no sé qué le pasó. María dice que es normal, y que hay que esperar. - Iván le contesta intentando parecer razonable, pero por dentro estaba muerto de miedo. - Vamos a quedarnos en lo de Inés y mañana veremos qué hacemos.

- Ya. Cualquier cosa me llamas, por favor. - Vicky entra con Marcos a la casa, el resto iba a estar al lado.

Allí, Facundo los esperaba.

- Y papá? - Preguntó Inés.

- Dormido. Hay una habitación que está preparada. Sería tuya, en caso de que aceptes trabajar aquí. - Dice a María.

- No tengo la respuesta todavía.

- Tranquila, no lo dije para presionarte. Vengan, es por aquí.

Entraron al cuartito, y a Julia la pusieron en la cama. Su mirada empezaba a cambiar y ya no parecía tan catatónica como antes. Hasta aparentaba percibir algo de lo que pasaba.

- Julia. Julia. - María intentaba un contacto. - ¿Me oyes? Hola.

- Julia... - Logró repetir. - ¿Tú eres Julia? - Dijo a María. Inés y Faca se miraron asustados, e Iván se puso impaciente.

- Mamá, ¿qué cojones está pasando? - Pasaba su mano por el pelo, nervioso.

- Shh, calma. Déjala tranquila. - Le dijo a su hijo. - Mirá, eres Julia. Te llamas Julia, ¿te acuerdas? - Hablaba como quién habla a un niño, muy despacito.

- Yo soy Julia. - Repitió, pero más sonaba como una pregunta.

- Yo soy María. - Dijo, y la nena repitió. - ¿Tienes hambre? ¿Necesitas algo?

- A-agua. - Inmediatamente Faca fue hasta la cocina.

- Hola. Me llamo Inés - Dijo sin saber si su amiga se acordaba de ella. - Si quieres te preparo un bocadillo, o algo de comer. - Inés usó la voz más dulce que tenía para no asustarla. Julia hizo que sí con la cabeza.

Iván no lograba decir nada, la miraba acojonado. Julia bebió el agua, y María continuó cuidándola.

- ¿Quieres tomar una ducha calentita? Enseguida te traemos algo de ropa y comida. - De nuevo, no dijo nada y se comunicó meneando la cabeza. María cogió una toalla y Julia entró al baño.

Inés y Faca se fueron a dormir, pero dejaron muy claro que podían llamarlos para lo que fuera. Minutos después, Julia ya estaba vestida con unos pijamas prestados de su amiga, y ya había comido. Pero, aún así seguía un poco grogue. María iba a dormir con Inés, y quiso irse pronto, para no entrar muy tarde en la habitación y molestarla con el ruido. Se aseguró de que Julia estuviera bien y se fué a dormir. Le dió un abrazo y un beso a Iván.

- Buenas noches. Dejala tranquila, ten paciencia, no hagas preguntas difíciles, y ponte tranquilo tú también, que lo peor ya pasó. Julia está aquí con nosotros, está segura, y mañana estará bien, te lo prometo.

Iván se sentó con ella en la cama, muy despacio. Ella lo miraba intrigada, como si lo reconociera.

- Hola. - Empezó él. - Mira, yo... yo me llamo Iván.

- Yo me acuerdo de ti. - Julia dijo, tocando su cara con las puntas de los dedos, como cuando acariciamos un perro y tenemos miedo a que nos muerda.

- Ah, sí? - No quería sobresaltarse, pero oír que se acordara de él le daba ganas de gritar de alegría.

El Internado: Volverá La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora