CAPÍTULO 68

782 53 9
                                    

CAPÍTULO 68

Después de cenar Yessica se despidió de nosotros y salió con Daniel. El último diciendo, “cuidala un momento”.

Suspiré sentándome en el sillón mientras Tom se sentaba a mi lado.

—No tienes que quedarte, no soy una niña. —dije sin ganas.

—Quiero hacerlo —me levantó el mentón para besarme en los labios y sonrió. —Te ves terrible.

—Realmente estoy agotada, Yessica me arrastró por toda la tienda. —me quejé.

—¿Compraste mucho?

—No, solo algunas cosas necesarias y otras para variar el guardarropas. —descansé la cabeza sobre su hombro.

—Usualmente a las mujeres les gusta esto, recuerdo que de niño mi madre me llevaba hacer compras. —suspiró y reí imaginandolo.

—Pobrecito. —lo miré para pellizcarle la mejilla

—¿Que harás mañana?

—¿Mañana? —pensé y sonreí —Es sábado, ¿Dormir?

—Que poca actitud.

—Necesito dormir más. —entonces recordé otra cosa —No, casi lo olvidaba. Temprano iré al gimnasio

—¿Por qué?

—Quiero cambiar un poco la rutina y me gusta hacerlo, me mantiene activa.

—Creo que así te ves bien —dijo con seriedad.

—Quiero mejorar y es saludable, tú también lo haces. —mencioné en tono bajo y suspiró.

—Entonces deberías dormir.

—Luego, ahora quedate conmigo —me aferré a su brazo —Mañana también será agotador, solo espero que mi padre no anuncie una reunión a último momento.

Tomé el móvil para verificar que no tuviese nada y en efecto no lo había. Volví a mirarlo y estaba cerrando los ojos, pareciendo estar dormido.

—¿Te dormiste? —susurré sin obtener respuesta —Tambien debes estar agotado.

Suspiré, pero lo aprecié un momento, se veía tan tranquilo y atractivo, con su rostro que parecía tallado por alguien superior, o así lo miraba desde mi perspectiva. Mordí mi labio inferior al ver el suyo, como si fuese una tentación incontrolable me acerqué lentamente para depositar un beso suave para no molestarlo. Sin embargo, al abrir los ojos él hizo lo mismo y me sorprendí.

—No estoy dormido. —respondió haciendo que me avergonzara.

—Lo siento. —intenté alejarme, pero me tomó del brazo.

—No lo sientas. Después de todo soy irresistible.

—Que arrogante eres. —me solté para golpearlo con un cojín.

—Eres mala —rió.

—Y tú amargado —bostecé sin poder controlarlo.

—Ve a dormir.

—No, estoy bien —sonreí.

—Eres orgullosa. —se levantó y sin que pudiera hacer nada me tomó entre sus brazos.

—¿Que haces? —me sorprendí

—Hora de dormir. —caminó hasta mi habitación.

—Esta bien. —me bajé tirándome en la cama —Solo lo haces porque no quieres pasar tiempo conmigo. Puedes irte. —me acomodé ofendida dándole la espalda.

CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora