Estaba sentada en un banco con el móvil y los auriculares escuchando Selfie de Chainsmokers. Cuando alguien me tapó los ojos. Acto seguido, le clavé a ese alguien el codo en el estómago, que un poco más y... bueno... pues eso.
- ¡Ahh!-exclamó y yo me giré- Eres una bruta de cojones. ¡Dios! ¡Qué dolor!
- Lo siento Joel, no me gusta que me hagan eso, ya lo sabes para la próxima.-dije indiferente- De todas formas no te he dado tan fuerte.
- Claaroo, como pegas taaan floojoo.-(supongo que se notará el sarcasmo)-Por cierto, ¿qué se supone que haces aquí?
- ¿Yo? Ná, esperarte...
- Aww... y luego dices que no sientes algo por mí.
Vale, ahora mismo mi poker face debe ser monumental.
- Calla, anda, que he estado aquí una hora, no he comido y tengo un hambre que me muero.
Vale, ahora es cuando os preguntáis: "Entonces para qué cojones me he quedado aquí esperándolo" ni yo lo sé.
- ¡Espera!-exclamó.
Aceleró el paso hasta alcanzarme. Una vez a mi altura, me rodeó con su brazo a lo "he quedado con una chica en el cine y quiero salseo con ella." Aparté su brazo de mí, pero el muy ajghsgsk, lo puso otra vez como antes.
- VALE. YA.-dije molesta.
- ¿He dicho que tus ojos verdes me enamoran?
¿Eings? ¿Pero qué coño...? ¿Este se ha drogado? Seguramente...
- ¿Y he dicho también que tu pelo castaño...?
Bla, bla, bla. Chorradas sin sentido. Cuando menos me lo esperaba, me quería dar un poshito como esta mañana. Ja; cuando los cerdos vuelen. Gracias al karma o lo que sea, un gato pasó por mi lado, me agaché rápidamente y lo cogí. Se lo acerqué a la cara.
- ¿Desde cuándo tus labios son peludos?-preguntó.
El gato se le enganchó en la cara arañándole, él empezó a gritar como una niña como el macho pecho peludo que no era y a correr en círculos. Hice una mueca, esta vez sí que me había pesado 50 sombras de pueblos... Espera. ¿¡Qué!? Estoy empezando a delirar. Le quité como pude el gato de encima. La cara la tenía llena de arañazos, al igual que los brazos. Al menos, ninguno era muy profundo.
-¿¡ESTÁS LOCA!?-preguntó histéricamente haciendo.
- Soo, caballo, soo. Lo siento, esta vez me he pasado.-dije humildemente (ñeh, es broma, estaba aguantando la risa) (lo sé, soy cruel).
-¿Muy gracioso, verdad? Pues no, no lo es ni a la 560.435.
- Ven, vamos a mi casa, está cerca y allí te podré curar.-dije riéndome.
×*×*×
Llegamos a la puerta y llamé al timbre, me abrió una madre somnolienta. Rápidamente de desperezó. Examinó a Joel, se tiró media hora.
- Mamá, ¿nos dejas pasar?-pregunté asqueada.
- ¿Es tu novio? Madre mía, hija, solo es tu primer día.
- ¡¡MAMÁ!!-grité avergonzada.
Si a mi madre le dieran un Novel, sería por bocazas o, más bien por imbécil gilipollas que siempre la jode. Joel, se puso rojo, yo me puse roja, mi madre frunció el ceño e intentó aguantar la risa.
- Anda, pasad, un momento,-dijo divertida-¿pero qué te ha pasado... hmmm...?
- Joel-dijo guardando la intentando guardar la compostura. Yo estaba que me subía por las paredes.
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VIVENCIAS
Novela Juvenil-¿Quieres saber mi frase?-le pregunté animada. - No.-respondió él. ¿Por qué lo hace todo tan difícil? -Te la voy a decir de todas formas.-hice una pausa- "Trollear o no trollear, esa es la cuestión." - ¿Enserio?-preguntó divertido y prepotente.-Dema...