21. Gritos

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Olivia

Alder se había quedado en la cocina, conversando con Jenny, aunque sospechaba que en realidad solo él hablaba, ella asentía y decía monosílabos fingiendo interés.

Olivia salió por la puerta de la cocina al jardín trasero, en donde vio a lo lejos a Nick, Diane y Alex jugando al voley. Sus carcajadas se escuchaban perfectamente.

Se acercó a ellos con una sonrisa divertida.

-¿Qué hacen, mosqueteros?- bromeó. Diane pareció exorcista cuando giró la cabeza para verla.

-¡Liv!- gritó a la vez que corría hacia ella y la abrazaba- Estás viva.

-Sí...- le aceptó el abrazo, pero no entendía su comentario.

-¿Dónde has estado estos días?- preguntó- Pensé que ya habías valido.

Olivia le puso mala cara.

-Que poca fe tienes en mí- se hizo la indignada.

Diane no parecía muy divertida, ya que la miraba con una ceja enarcada.

-Bueno, estuve descubriendo algunas cosas con Davies y Jaiden, investigando.

Ella asintió.

-¿Y dónde estaban?

-En la casa de Davies, que está en otro pueblo.

-Ah. Por cierto, de verdad tienes que hablar con Diego, ¡te va a despedir!

-Sí, he hablado con él hoy, mañana iré al bar para explicarle- le informó.

-¿Y qué le dirás? ¿La verdad?

Olivia negó con la cabeza.

-No, no me entendería y pensaría que estoy loca.

-¿Quién no lo está?- preguntó ella. Ambas rieron y Olivia miró por detrás de su hombro.

Los chicos seguían jugando, sin prestarles mucha atención e ignorando su presencia, pero lo que realmente quería saber era donde estaba Amy.

-¿Has visto a mi hermana?- preguntó.

-Oh, sí, no ha querido jugar con nosotros, estaba en medio de una partida con el tal Victor ese- puso los ojos en blanco-. Nosotros somos familia, ¡él es un desconocido!

-Sí... a veces creo que tiene más confianza con él- se encogió de hombros.

Ella suspiró.

-Tengo algo más que contarte- de pronto parecía nerviosa, sin saber qué decir o cómo decirlo.

-¿Qué pasa?- preguntó Olivia, con el ceño.

-Tu hermano llamó, dijo que tus papás están preocupados y que...

-Espera- la interrumpió-. ¿Mi hermano? ¿Por qué ha llamado? ¿Y por qué ha hablado con mis padres adoptivos?

-No lo sé, Liv. Ha dicho que ellos se contactaron con él, para saber qué hay de ti, ya que no pueden llamarte y tú no has dado señal de vida. Como ellos son vecinos se les hizo fácil ponerse en contacto supongo.

-¿Son vecinos?- casi se le cae la boca de la impresión.

Diane asintió, con una mueca.

-Al parecer tu hermano se mudó a la misma ciudad que ellos, por su nuevo empleo y coincidieron en vivir en el mismo edificio- suspiró-. Lo que quiero decirte es que tienes que asegurarles que estás bien porque no se lo creen del todo, traté de decírselo a tu hermano pero el muy antipático me dijo que tú llames a tus padres.

El Legado Del Lobo (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora