- Gracias por venir tan rápido.
Me abrazo a José.
- No quería estar sola.
Prometo. Después del encuentro con Sebastián le he contado por teléfono lo que ha pasado y no ha dudado en aparecerse por aquí.
J: No tienes que excusarte por pedirme que te acompañe, canija.
Entre sus brazos vuelvo a sentirme una niña. Es lo que tiene ser su hermana menor.
J: Sabes que estoy para lo que sea.
- Sí.
Lo sé, y agradezco su apoyo. Es una suerte tenerle en mi vida.
J: ¿Te apetece hablarlo?
Me encojo de hombros.
- No hay más. Solo lo que te he contado.
Estaba alterada al llamarle y le he preocupado, por lo que no ha esperado en llegar aquí para enterarse de lo ocurrido.
J: Igual podrías poner más seguridad en casa y...
- José.
Le freno.
- Me abordó en la calle, y no me hizo daño.
Le recuerdo. Es cierto que me he quedado con mal cuerpo y esta noche me siento más segura si mi hermano duerme en casa conmigo, pero tampoco pretendo hacer un gran lío de esto.
J: Vale.
Acepta.
J: ¿Ponemos una peli y nos inflamos a guarradas?
Me hace reír ligeramente. Dentro de lo que cabe no se me ocurre un mejor plan.
- Es que no tengo nada en casa.
Desde que empecé la dieta he evitado entrar las chuches o cualquier cosa que podría tentarme.
J: Eso se soluciona fácil.
Tira de mi.
J: Vamos a comprar.
Narra Mateo
Abro la puerta. Después de una semana en que Sebastián no ha querido saber de nada, hoy hemos quedado a hablar.
+ Pasa.
• Gracias.
+ ¿Cañas?
Intento romper el hielo y que las cosas se mantengan calmas. No puedo permitir que me quite a Eva.
• Café.
Lo preparo y me decanto por un vaso de Coca Cola para mí.
• Mateo, necesito saber toda la verdad.
Suspiro temeroso. No sé de qué es capaz Sebastián.
+ No hay verdades a medias, Sebas, no sé qué pasó con vuestro bebé.
Prometo.
+ No llegó a decírmelo.
• Te enamoraste de Malú.
Me acusa.
+ Sí.
Sería imposible negarlo. Me vio salir corriendo tras ella aquella noche en que todo explotó, llamarla por motes cariñosos y desaparecer en el hospital dejándole en mi casa sin explicaciones.
• ¿Por qué no me lo dijiste?
Resoplo.
+ Porque es ella.
Ella. Una palabra tan cortita que abarca tantas cosas. Su ex. La mujer a la que tenía que investigar. La que se robó mi corazón.
• ¿Y Malú?
Indaga.
• ¿Esta enamorada de ti?
Me encojo de hombros. Quiero asegurarle que sí. Que todo lo que vivimos estos meses fue real. Que fui capaz de curar poco a poco algunas de sus heridas y ganarme mi propio sitio en su corazón, pero no voy a exponerla.
+ No lo sé.
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Todos los secretos (Segunda parte)
RomanceUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar