─ Aquí tienes. ─ Christopher extendió la bebida su novio.
Sí, su novio.
─ Gracias Channie. ─ agradeció con una sonrisa, pero al recibir una mala mirada del chico, dejó un rápido beso en sus labios.
─ Jamás pensé que existiría algo más empalagoso que las malteadas de fresas, pero ustedes existen. ─ comentó Felix fingiendo asco.
Luego de la confesión indirecta de Christopher, ambos empezaron a salir. Los últimos meses habían sido, probablemente los mejores de sus vidas, y esperaban que los siguientes fueran iguales.
En aquel momento se encontraban en la cafetería de la escuela, pues tenían hora libre y nada mejor que hacer.
─ ¿Me ayudas a estudiar para el examen, fresita? ─ pregunto Christopher cambiando de tema.
Seungmin asintió sin darle mucha importancia a las palabras de su novio, pues estaba buscando unas fotos en su celular.
─ Uy, estudiar, ¿o más bien otra cosa? ─ bromeó el australiano recibiendo un golpe de parte del pelirosa, quien estaba a su izquierda. ─ ¡Yah, perdón!
Seungmin se levantó de su asiento y jaló a Christopher con su mano libre hasta la salida de la cafetería.
─ ¿Se habrá molestado? ─ preguntó Hyunjin observando a su amigo con pánico.
─ Lo dudo. ─ le restó importancia.
Por su parte, Seungmin y Christopher habían salido a caminar al gran jardín.
Era algo que disfrutaban; caminar tomado de la mano sin decir nada. Simplemente era bonito estar junto a la persona que amas sin necesidad de hablar para expresar su amor.
─ Bebé, ¿me esperas acá? ─ preguntó Christopher parando al pelirosa.
─ Bueno... ─ asintió inseguro. ─ Pero tienes que volver a mí, ¿si? ─ abrazó fuertemente al pelinegro.
─ No hay otro lugar al que preferiría volver. ─ dejó un beso en su frente y salió corriendo al edificio detrás de ellos.
Y ahí se encontraba Seungmin, esperando a que su novio volviera en uno de los bancos frente a la institución.
¿Por qué tuvo que dejarlo para hacer algo? O más bien, ¿qué iba a hacer? No era alguien naturalmente celoso, pero dudas tenemos todos.
Deseaba que volviera pronto, pues últimamente había empezado a odiar la sensación de estar sólo.
─ Todo es tu culpa Christopher Bang. ─ murmuró Seungmin.
─ ¿Que hice, bebe? ─ preguntó preocupado Christopher, quien ya se encontraba a su lado.
Sus mejillas se tornaron rojizas; negó con la cabeza de decir nada más, esperando a que sea él quien hablara.
─ ¡Aquí tienes! ─ Bang le extendió una pequeña caja. ─ No es nuestro aniversario ni nada especial, pero cuando lo ví pensé en ti y creo que nunca es mal momento para apreciarte.
El pelirosa tomó la caja enternecido, mientras que Christopher se posicionaba a su lado dejando que Seungmin recostara su cabeza en su hombro.
No duró mucho la bella escena, pues Seungmin se levantó emocionado viendo el contenido de la cajita.
Dentro había una pulsera de plata, con varios dijes diferentes. Entre los más destcables se encontraba una fresa y un cartón de leche.
— No había nada parecido a una malteada de fresa, así que hice una combinación con la fresa y la leche. — Comento Christopher. — Pero realmente esto sólo fue un regalo de los que compré, en tu asiento en el aula hay una sorpresa mejor.
Seungmin observo emocionado a Christopher, sin embargo antes de que pudiera salir corriendo al aula a descubrir su sorpresa, Bang lo abrazo impidiendo que esté se moviera.
— ¡Channie sueltame! — exclamó entre risas.
— Eres demasiado bonito para huir de mis brazos. — habló, logrando callar a Seungmin. — No sabía que tenía tanto poder sobre ti.
— ¿Eh, que dijiste?
— ¿Te gustaría que te lo susurrara al oído? — pregunto murmurando en el oído del pelirosa, logrando que esté se estremeciera.
No logro reaccionar hasta que el mayor se separó de el y tomo su mano para llevarlo al aula.
El camino no era lago, para suerte de Seungmin. Su curis se encontraba en el primero nivel del edificio, así que no les tomo mas de dos minutos llegar.
— ¡Dios es tan lindo! — exclamó Seungmin tomando el peluche.
Si, un peluche.
Pero no cualquier peluche, se trataba de una versión coqueta de un perrito rosado.
Lo mejor de todo es que, Seungmin le habia mandado una foto del animal diciéndole a Christopher diciéndole que era muy bonito y le gustaría uno así.
— Cuando fui al mall con mi madre, vi el peluche a lo lejos y pensé en ti. — sonrió acercándose a su novio, quién abrazaba el peluche.
Unos pocos segundos pasaron, tal vez un minuto. El aula totalmente en silencio mientras que Seungmin contemplaba el animal de peluche, y claro, Christopher contemplando a su novio.
— ¿Pensaste en mi?
— Siempre miento en ti, bebé.
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Y así amiguitos de wattpad, es como se terminar una adaptación después de mucho tiempo sin actualizar.
JAJAJAJAJA, lo siento, tuve varios problemas con la app, enfin. ¡Nos vemos en la proxima historia!
