01 | 𝐓𝐄𝐑𝐂𝐄𝐑 𝐉𝐀𝐃𝐄

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𝐷𝑜𝑙𝑜𝑟

Desde hace mucho tiempo. Las personas en el mundo de la cultivación se han dividido por tres grupos: Tian Gan (天乾), He Yi (和仪), De Kun (地坤。).

Secta Gusu Lan. Secta Lanling Jin. Secta Qinghe Nie. Secta Qishan Wen. Secta Jiang de Yunmeng. La secta de la montaña Cang Qiong y por último el Palacio Huan Hua. Unas de las sectas muy comprometedoras del cultivo.

Shen Jiu nunca conoció más allá del exterior

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Shen Jiu nunca conoció más allá del exterior. Solo recordaba su dolorosa muerte.

Shen Jiu estaba en su lecho de muerte, quien diría que una escoria como él no tendría un final feliz, aquellas palabras, aquellos dolores, aquel discípulo que había hecho daño.

Shen Qingqiu no entendía.

En la Prisión de Agua del Palacio Huan Hua, en su última reunión, había ejercido su máximo esfuerzo para escupir las palabras más venenosas y cortantes, diciéndole a Yue Qingyuan que se largara, y Yue Qingyuan se había creído la carta, Shen Qingqiu una mente fría no caería en esta trampa, aunque era extremadamente conmovedora, aun así, estaba demasiado descuidada.

Después de todo, fue escrita bajo dolores extremos con el fin de satisfacer a este discípulo, por lo que este discípulo entiende, para expresar sinceridad, también he incluido otras dos cosas con ella.

Shen Qingqiu entendió entonces.

En el pasado, cuando había anhelado la llegada de esta persona, pero solo era un juego para su discípulo, una fría sonrisa curvó las comisuras de los labios de Shen Qingqiu. -Ah. Yue Qingyuan, Yue Qingyuan, ah.

El humor de Luo Binghe había estado bastante alegre al principio.

Preguntó suavemente: —¿Por qué te ríes?

Shen Qingqiu lo ignoró, y siguió riéndose.

—Shen Qingqiu, ¿no puedes estar pensando que fingir locura va a funcionar contra mí?

Shen Qingqiu dijo, cada palabra enunciada claramente: —Luo Binghe, eres un bastardo lo sabias. –devolvió la mirada–

De repente, la esquina de los labios de Luo Binghe se crispó. La sangre chorreó como una cascada desde donde fue arrancado el brazo, con su risotada y gritos mezclados, se atragantó mientras jadeaba, —Luo Binghe, jajajaja... Luo Binghe, tú...

Para Luo Binghe, torturar a Shen Qingqiu solía ser un acto extremadamente satisfactorio. Los gritos de Shen Qingqiu lo complacían tanto que podía, pero esta vez, por alguna razón desconocida, Luo Binghe no estaba muy satisfecho.

Las subidas y bajadas de su pecho se volvieron más severas. Qingqiu, haciéndolo rodar varias veces por el suelo, sangre derramándose por toda la superficie.

En aquel entonces, Luo Binghe también le había arrancado las piernas de esta manera, como si estuviera extrayendo las extremidades de un insecto.

Después de sufrir una tortura tan infernal, el dolor se había vuelto irreal. La vocalización de Shen Qingqiu se aclaró mientras hablaba de una manera completamente razonable, —Luo Binghe, solo pudiste llegar tan lejos gracias

Después de que su ira explosiva hubiera pasado, Luo Binghe de repente estaba sonriendo de una manera amenazante, dijo con voz suave: —¿Quieres estar incluso en la puerta de la muerte, aun así, te las arreglaste para arrastrar a tu GEGE contigo?, detrás de una muerte de un líder, tu muerte es la más lenta y experimentas el sufrimiento, aquel entonces no comprendía porque era el único que experimentaba el dolor, ahora comprendo, el dolor no solo era mío si no de los demás antes.

Al escuchar este sonido, la garganta de Shen Qingqiu pareció haber sido rajada por una cuchilla afilada, su risotada interrumpiéndose abruptamente. Entre el desorden de cabello despeinado y un rostro lleno de manchas de sangre, un ojo ardía como fuego abrasador en el cielo nocturno.

Solo quedaba una espada.

El regalo de Luo Binghe fue causado por sus propias manos

Hilos de sangre se estiraron.

Shen Jiu no quería nada, solo quería morir y descansar, aunque no fuera así, sentía culpable de lastimar a otros pero que importa, él quería ser egoísta por segunda vez, quería una vida alegre, aunque no lo demostrara, solo quería ser en su puta vida ser feliz.

𝐓𝐄𝐑𝐂𝐄𝐑 𝐉𝐀𝐃𝐄 | 𝐒𝐀𝐕𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐌𝐎 𝐃𝐀𝐎 𝐒𝐇𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora