La número uno

P r o l o g o

Me he acostumbrado la mayor parte de mi vida a no pertenecer al estándar de la hija perfecta de los Cooper.

Nunca tuve que esforzarme de más, porque ese lugar ya estaba ocupado por mi perfecta hermana gemela: Tracy.

Tracy es la chica más perfecta que pueda existir en el universo.

Lastima que no soy de su agrado ni ella del mío.

A lo largo de los años desde que tengo memoria, me he acostumbrado a ser un bicho raro. A ser el segundo lugar en todo, en la escuela, en los deportes, en las actividades extracurriculares, en todo. Siempre ese lugar ya estaba ocupado, por Tracy.

A Tracy jamás le ha gustado que alguien le haga sombra, y mucho menos su hermana.

Jamás me ha permitido ganar, jamás me ha felicitado por algún merito propio, nunca me ha dejado destacar.

Al contrario, le encanta que yo pierda y dejarlo claro.

A mamá siempre le ha encantado alabar sus logros, hacerla sentir superior a mi. Para mamá, una de sus hijas si hace lo que ella más había deseado: ser el primer lugar.

Según mi madre, usa el lema "ganar implica destacar en todo, y nosotras debemos ser el centro de atención"

Jamás le he entendido ni un carajo.

Dice que ese lema es importante para nuestra crianza, para ser campeonas en todo.

Pero lastima que yo no logro hacerla sentir satisfecha con mi desempeño, nunca.

Así que a lo largo de mi adolescencia, me crio como un bicho raro, un bufón al que solo debe dedicarse a elogiar a Tracy, y buscar la manera de jamás opacarla.

A Tracy le encantaba eso. Le encanta sentirse el centro de atención, le encanta lograr todo lo que se propone y que en ninguno de sus tantos logros jamás se mencioné mi nombre.

¿Por qué? Realmente no lo sé.

Siempre he querido saberlo. Creo que a lo largo de los años he tratado de que seamos unidas, pero siempre con sus acciones y sus crueldades me dejan en claro que eso es imposible.

Mi vida siempre había sido una mierda. Llena de inseguridades, llantos y humillaciones por parte de Tracy, nunca me sentía suficiente conmigo misma.

Hasta que todo cambio un día.

Llegó alguien, alguien especial. Alguien que me hizo sentir más que la sombra de Tracy, alguien que me siento explorar todo en mi y a mí alrededor, me hizo experimentar cosas nuevas y conocer cada parte de mi.

Me llegue a sentir feliz, plena, llegué a sentir que podía ser alguien en la vida, alguien más que solo un segundo lugar patético.

Pero vamos, mi felicidad no puede durar mucho.

A Tracy no le gusta eso.

Y ella jamás me dejara ganar en algo.

En algo y en nunca.