Nota del autor:
Hola queridos lectores. Estaréis pensando a la vez le cayeron cuatro esposos ... la verdad no me gusta esas tramas largas de 500 capítulos mientras van de tira y afloja hiriendo los sentimientos de todos. Mientras los hombres luchan por ser aceptados por su amor...y la niña inocente tardara otros 1000 capítulos hasta que da su primer beso. Vale la inocencia es importante, pero seamos realistas no duraríamos ni una semana en una situación de vida y muerte en un mundo desconocido donde lo único que te protege es el hombre a la que le gustas, es guapo tiene un gran corpazo y lo mejor de todo es eternamente fiel... te gustará y lo amarías sin darte cuenta.
Opinar...tampoco aceptaría a cualquiera es claro... ¿alguien que daría todo por ti y te ama de una manera única...lo aceptarías? Incluso si es un orco tigre u otro animal...es lindo, además las lindas sirenas...las sirenas siempre me acuerdan a Ariel.... Si tengo la intención de agregarle una sirena adorable también...peor eso será más adelante...
Gracias por votar y leer mi libro se agradece los comentarios. 😉
Diana estaba tendida en la cama como una rana en el agua, aunque la rana estaría más cómoda, sus piernas separadas no podían cerrarlas por el dolor, mientras abrasaba una almohada echa por pieles dobladas, se quejaba en su corazón.
"- A otros viajeros del mundo bestia de los libros que leyó le tocaba uno y poco a poco los maridos se unían...pero a ninguna le cayó la maldición de los gemelos. Como si no fuera suficiente un par dale otro directamente. Joder ... es que me duele todo, las lágrimas estaban a punto de caer de sus hermosos ojos."
- Diana, te traje un poco de agua, dijo Hugo entrando en la habitación.
- No quiero nada...sal fuera. Dijo entre los dientes molesta haciendo pucheros. Ah, el movimiento repentino le hiso gritar.
- Esto te ayudara a sentirte mejor, dijo Hugo con una voz suave como si persuadiría a un niño.
Le coloco el vaso cerca de sus labios y lo ayudo a beberlo. El vaso era un cuenco echo de medio cascará de coco. Bebió la dulce agua refrescante con un ligero sabor a miel.
- Te ayudare a untar la pomada, dijo Eros sonriendo alegremente siguiendo a su hermano.
Se acerco a la cama y se sentó a su lado.
- ¿Que pomada? Dijo frunciendo el ceño desconfiado.
A estos dos ya los está viendo los colmillos. Son unos vampiros de colmillos largos que no soltaron ni sus huesos hasta no comerlo a gusto.
Al final acabó toda la noche dentro de los brazos de cuatro hombres tirada de un lado a otra, incluso después de desmayarse varias veces no pararon ni en ese momento. Tuvo que posponer la entrada a la cueva de los espíritus por esas bestias de dos patas.
La piel que cubría su trasero se retiró Diana miro hacia atrás. Algo frio toco su parte interior de sus muslos y los dedos de Eros entraron en su lugar más privado, y no tuvo fuerza ni para protestar, aunque la sensación calmante le llego enseguida se sentía reconfortante. Coloco su cabeza sobre la almohada y cerró los ojos dejándolo hacer lo que quería.
Eros sonrió viéndolo como si fuera un gato perezoso que se relaja bajo su toque ronroneando. Realmente se pasaron ayer por tres pueblos y su joven e inexperta esposa no pudo con cuatro hombres.
Pero que se puede esperar de cuatro jóvenes lleno de vigor que estuvieron vegetarianos toda la vida, cuando les toco una cosa tan suculenta y deliciosa.
Todavía su polla es tan dura como una piedra. Unto la pomada sobre la piel magullada y morada de sus muslos también secretamente disfrutaba del toque de su piel.
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Mundo de las bestias - Acomodarse
ФэнтезиDiana despierta en el mundo de las bestias en un nuevo cuerpo...totalmente desnuda en medio de un bosque infinito. Sobreviviendo solo con su ingenio evitando a trols perversos, buscando un lugar para poder empezar de nuevo su nueva vida que le ha si...