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THOMAS

He llegado una hora antes, no sé por qué pero mi cuerpo lo ha querido así, y aquí estoy sentado en la silla de la punta de la mesa esperando que venga. Al haber llegado temprano mi cabeza empieza a dudar que aparezca, normal, yo haría eso, pero confió en que me equivoque.

—Buenos días— entra en la oficina, una vez dentro ella cierra la puerta, pensaba que era más temprano pero veo que no.— Te he traído un café para sobrellevar esto— la miro con duda. Ella lo nota y abre ambos cafés y bebe de los dos mostrándome que no hay nada. — ¿Así mejor?— yo asiento y ella medio sonríe y me lo da y se sienta en la silla de mi derecha.— Te escucho.— asiento y me pongo en una postura más recta para soltar todo. 

—Desde que terminamos nuestra relación, no he dejado de pensar en ti. He tratado de seguir adelante, de encontrar a alguien más, pero no importa lo que haga, siempre vuelvo a ti. Hay algo en ti que me hace sentir vivo, algo en tus ojos que me hace creer que todo es posible. Sé que cometí errores en nuestra relación. A veces fui celoso o posesivo, y sé que eso te lastimó. Pero también sé que éramos buenos juntos. Teníamos una conexión que no he encontrado con nadie más. Me gustaría pensar que podemos volver a tener eso. Entiendo si no quieres hablar conmigo. Entiendo si no quieres volver a intentarlo. Pero necesito que sepas que te extraño, que siento tu falta y que todavía te amo. Si hay alguna posibilidad de que podamos estar juntos de nuevo, haré todo lo posible para que suceda. Pero si decides que es mejor seguir adelante, te prometo que lo aceptaré. Te deseo lo mejor en la vida, incluso si eso significa que tengo que dejarte ir. Solo necesitaba que supieras cómo me siento, y que todavía pienso en ti todo el tiempo.

Ella me ha escuchado todo, cada letra, cada pausa, se ha quedado quieta mirándome. Ella toma mi mano y entrelaza sus dedos con la mía. 

—Y yo quiero que entiendas, que mataste a mi hermano, cuando no te lo pedí ni necesitaba verlo muerto.— ella mira nuestras manos para que no la vea llorar— Pero no puedo estar contigo por eso, no me lo permite mi corazón, no quiero que hagas cosas sin pensarlas porque a la que haces daño es a mí.

—Tu mataste a Grace...— digo mirándola. Ella quita su mano entrelazada y las pone sobre sus piernas.

—¿Esa es tu escusa?— ahora levanta su mirada— ¿Cómo yo maté a Grace tu matas a mi padre y hermano?— dice con rabia y lágrimas.— ¿Quién te crees?.

—No, no quería decir eso...— no sé por qué Grace aparece ahora, me ha salido solo, la he cagado.

—Pues lo has dicho, entiendo el amor, porque dentro de mí aún está pero no pienso volver contigo, no puedo.— me dice levantándose de la silla.

—¿Estás enamorada de Mateo?— le digo mirando como se pone su abrigo, ella se queda quieta y se acerca a mí y me da una bofetada.

—Te puedes ir a la mierda— toma sus cosas rápido y sale de allí.


[...]


—Es tu culpa, ella quería solucionarlo y tu lo que haces es empeorar las cosas— dice Ada que ha venido junto con Polly para saber que tal había ido todo.

—No tendrías que haber mencionado a Grace y a Mateo, eso no es ser inteligente, tendrías que haber hablado, haber dejado las cosas bien y luego volverla a enamorar que pensaba que eso harías. — ahora habla Polly.

—Señor Shelby— entra un criado— Vengo a informarle que Charlie lleva desaparecido toda la mañana— eso me llena de ira, son las cuatro de la tarde y me lo dice ahora. Me levanto de golpe y lo agarro del cuello.

—¿Y me lo dices ahora?— le grito apretando más mi agarre.— Ada, llama a Arthur, John y Finn— ella va al teléfono.— Y tu, estás despedido— lo suelto y el hombre se va.

—Lo encontraremos Tommy— yo asiento mientras con mis manos froto mi cara para pensar.

—Llama a Chiara, ella lo amaba— me dice Ada y yo niego— La llamo yo.— no me hace caso y la llama.

—No te preocupes, ella no es mala, no como te has comportado hoy, tú. — me dice Polly y va a abrir la puerta a mis hermanos.

—Mataremos a quien haya secuestrado a Charlie, y lo haremos sufrir mucho— dice Arthur fumando al despacho. Mientras fuma.

—¿Qué plan hacemos?— dice John junto Finn— yo no sé que decir por qué puede estar en cualquier parte. 

—Primero deberíamos mirar en el establo, es uno de sus lugares favoritos— inconscientemente sonrío al notar la voz de Chiara y Ada me mira y sonríe negando con la cabeza.

—¿Y tu que haces aquí Chiara?— la encara Arthur poniéndose delante de ella.— No mereces estar aquí, ni respirar nuestro aire, pero tranquila que me encargaré de que en algún momento dejes de hacerlo.

Ella solo lo mira a los ojos sin expresión ninguna como si lo que le acaba de decir es una frase totalmente normal, pero ella por dentro tiene que odiarlo.

—Todos los italianos sois malos, y merecen estar muertos— dice Arthur escupiendo esas palabras que ahora sí, logran enojar a Chiara. 

—¿Entonces porque mi clan es más importante que el tuyo?— dice con una sonrisa maliciosa.— Mejor, dime quien gana más dinero en droga, en armas, en multitud... Dime, ¿por qué con solo pestañear puedes estar muerto?.

—Eres una puta barata.— se acerca más a ella para pegarle, ella es más rápida y saca su arma, no voy a detenerla, no lo matará pero si le hará daño, se lo merece, sí. 

—Y tu un drogadicto que se esnifa todo a su paso, un muerto de hambre que hasta que la mujer que te quería te abandonó porque no sabías darle amor. No me quieras como tu enemiga, porque voy a destruir todo a tu paso, y créeme que lo voy a hacer.— dice ella enojada. Arthur le da una bofetada y ella le dispara en la pierna, a pocos centímetros de su miembro.

—¡Maldita zorra!— va a moverse pero ahora lo freno.

—¿No crees que es suficiente?— lo miro enojado— ¡ella no tiene la jodida culpa de que seamos unos animales, que no pensemos con él celebro que nos dio Dios, tenemos la jodida culpa de haber matado a su hermano, y ella está aquí, ayudando a encontrar a mi hijo cuando podría estar perfectamente en su jodida casa tranquila, así que te pido que tu, te vayas a tu casa y dejes de molestarnos de una puta vez!— le digo gritando furioso, Arthur asiente sin decir nada y se va a curarse solo la herida. 

—Miraremos en los establos, centrémonos en esto— dice Ada y todos asentimos.

Nos ponemos bien nuestras armas para sacarlas rápidas si hay algún momento de tensión y caminamos juntos hasta el establo.

—¡Charlie!— grita Chiara mirando por todos lados, se nota su preocupación, estuvo poco tiempo con él, pero no sabemos que tiene mi hijo que es encantador.

Seguimos caminando hasta que veo a Chiara quedarse quieta.

—Tommy, ven— me mira sorprendida y yo voy corriendo, al ir llegando veo un charco de sangre y espero lo peor, pero para mi suerte no es de Charlie, sino que me han matado a la yegua.

—Malditos...— digo sorprendido

—No tengo ni idea, pero alguien te quiere joder mucho.

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2023 ⏰

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⏸️TENTACIÓN ITALIANA// THOMAS SHELBYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora