Pacto Con El Diablo [+18]

Sipnosis.

Hotel Diamond, Las Vegas.

06:16 am.

Chiara.

Un dolor se hace presente en mi cabeza, haciéndome cuestionar sobre el porqué tuve que irme de fiesta anoche. Los rayos del sol impactan en mi rostro, creí cerrar las cortinas del hotel, siempre las dejo cerradas.

Abro los ojos con pereza, el dolor sigue latente pero lo ignoro por completo, lo único que quiero es cerrar las jodidas cortinas y seguir durmiendo.

Me remuevo para levantarme, pero el calor corporal de alguien a mi lado me hace mirar en su dirección.

Jadeo.

—¿Pero qué?—Mi voz sale rasposa.

Me acerco con cuidado para verle el rostro a la persona que se supone pasó la noche conmigo. Palidezco.

—No, no, no—Me tapo la boca para no hacer ruido mientras sigo analizando. Un material frío me hace mirar mi mano, haciendo que mis ojos se abran como platos.

Miro al chico en la cama sin poder creerlo, y desesperada me acerco a su mano para verla, confirmo mis sospechas.

—Maldición—Me levanto en silencio y reviso toda la habitación.

El cuarto es un desastre, la ropa está esparcida por el suelo y hay preservativos usados en la papelera, vuelvo a maldecir.

Respiro profundo para tratar de calmarme, flashes de la noche anterior junto al inminente dolor de cabeza me hacen gruñir por lo bajo. Me dirijo hacia mis cosas, me quiero largar lo antes posible, pero encontrar un papel me detiene.

Es un acta de matrimonio.

La reviso con detenimiento para asegurarme de su fiabilidad, dándome cuenta que la maldita acta es legal. La doblo con cuidado y me visto mientras pienso mis opciones.

Recuerdo perfectamente todo lo que pasó anoche, y estoy segura que él también lo hará, tengo que irme antes de que se arme una guerra.

Extraigo mi celular en el bolsillo de mi chaqueta llamando a mi mano derecha.

—Regina—《Reina》Escucho su saludo.

—No tengo tiempo, prepara el jet que tengo que salir con urgencia de Las Vegas.

—¿Destino?—Su pregunta me hace mirar a la cama para contemplar al chico dormido en ella.

—Dónde sea que mi esposo no pueda encontrarme.

Cuelgo y salgo de la habitación dispuesta a arreglar todo este desastre.