Leyendo: La Última Hija del Mar (Fem-Percy Jackson x Harem)

Capítulo 47: Penélope Jackson: dos años después: La Batalla del Laberinto

Las Crónicas del Campamento Mestizo, fue escrito por Rick Riordan.

La Última Hija del Mar

Atenea entonces dijo: —Aquí termi... —el libro brilló y las paginas volaron, como por un viento invisible —Penélope Jackson: dos años después: La Batalla del Laberinto

Han pasado más de dos años, desde que derrotamos al abuelo y esparcimos su esencia en la nada misma.

—Lo hicieron muy bien —dijo una orgullosa Atenea.

El año pasado, además de formalizar mi relación con Artemisa, Zoë, Clarisse y Thalía, ante Ares y el tío Zeus, todo pareció relajarse. Todos se veían felices y alegres. Y con bastante enfado, Clarisse y yo, comprobamos cuanto parecían los demás, relajar sus entrenamientos.

Ante esto, llamamos a los Stroll, para que nos auxiliaran y jugamos bromas a todos los que actualmente, parecían hacerle a la vagancia.

Se notaba cuanto parecía esto, divertir a Hermes y Apolo.

―Podrían usar espejos, sobre mi cabaña y desde allí, redirigir el brillo del sol, a todas las demás cabañas ―propuso Apolo sonriente.

―O soltar bombas fétidas, a media noche ―fue la propuesta de Hermes.

Pero tampoco es que estuviera tan mal. Clarisse y yo, iniciábamos pequeños incendios, que luego apagábamos rápidamente, cuando todos llegaban a la zona y las hijas de Deméter, reabastecían lo que se quemó, con nueva naturaleza viviente.

Clarisse se encargaba de machacarlos en Esgrima y en combate mano a mano.

Mientras tanto, yo me encargaba de que los arqueros, supieran esgrima; que los esgrimistas, supieran a usar bastones y palos; que los que usaban bastones y palos, supieran tiro con arco o que al menos, sean buenos en ello.

―No bajaste la guardia, en más de dos años ―dijo Atenea, aun dolida por el futuro fallecimiento de su hija. Su hija traidora al Olimpo. ―Annabeth Chase. ―Pensó para sí misma, decaída y tratando de decidir, si quizás lo mejor, sería no acercarse a nadie con ese apellido.

El abuelo estaba... su esencia estaba esparcida, pero yo no podía evitar sentir que algo, no estaba completamente bien. Y gracias al respeto que me había ganado, en el Campamento, (siendo Clarisse y yo, las únicas que seguíamos en el Campamento Mestizo, pues Thalía era ahora una Cazadora) entonces me había otorgado a mí misma, el titulo de entrenadora (no oficial) del Campamento.

―Sigo creyendo, que fue una muy buena decisión ―dijo Nico, sonriente.

Junto a Hazel y Will, nos habíamos encargado, de entrenar a Nico tanto como nos fuera posible, (además de tratarse de petición explicita de Bianca); mientras que evitaba que las hijas de Afrodita, le hicieran preguntas bochornosas sobre su romance con Will, hijo de Apolo.

Nico y Will, se sonrojaron. El rubio hijo de Apolo, le pasó una mano, por el interior del brazo y ambos desaparecieron, en un Viaje Sombra.