Polyamory

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El sol de la tarde entraba por los ventanales de ese vagón anunciando que cada vez quedaba menos para que el día terminara, la tonalidad anaranjada se reflejaba en sus caras siendo las únicas sentadas ahí esperando para llegar al final de su destino.

Jimin tuvo que morder su labio inferior para evitar gemir cuando sintió la velocidad del vibrador aumentar, miró a Taehyung, quién estaba a su izquierda observándole juguetonamente y ambas manos guardadas en los bolsillos de su abrigo. Estaba arrepintiéndose de eso ¿Qué pasaba por su cabeza al aceptar llevar un vibrador en su interior?

—Hyung, es mi turno —demanda Jungkook a su derecha.

Genial, quería llegar luego a casa y terminar con eso.

—Claro que no, espera a que lleguemos a casa.

—¿Qué? Por supuesto que no, llevas todo el trayecto torturando a Jimin hyung con el vibrador y ni siquiera me lo has dado a mí, es mi turno. —replica el menor mientras el rubio apretaba sus piernas y su cuerpo se sacudía por pequeños espasmos.

Sentía que ya no podía aguantar más tiempo de esa manera, necesitaba aliviarse o explotaría ahí mismo. Literal.

—Gguk-ah, ayer tuviste mucha diversión con Jiminie, no seas egoísta y comparte. —el castaño formó un puchero con sus labios sabiendo que el contrario no podía resistirse a eso.

Jungkook de mala gana acepta pero eso no se iba a quedar así. Claro que no. Se endereza en su asiento, entretanto guarda sus manos en los bolsillos de su chaqueta negra de una forma disimulada y enciende el botón del pequeño control que tenía guardado.

Un jadeo escapó de la boca de Taehyung y observó rápidamente al azabache que le miraba inocentemente, mocoso perverso le había engañado. El anillo que llevaba en su polla era un maldito vibrador.

¿Acaso era una venganza?

Jimin agradeció cuando el castaño bajó la intensidad del aparato, pudo respirar con más calma pero el contrario estaba igual o peor que él retorciéndose en el asiento ocultando su erección bajo la palma de sus manos. Al parecer el menor estaba haciendo de las suyas y puede que eso sea solo el principio.

Cuando estaban por llegar a su estación, se levantó seguido de Jungkook pero este se detuvo al ver que Taehyung no se movía.

—¿Qué pasó hyung? ¿No puedes moverte? —se acercó, al tomarlo de su brazo para sacarlo del asiento, pegó su cuerpo contra el suyo—. Espera a que lleguemos a casa. —susurró en su oído las mismas palabras que él había dicho antes.

Si se preguntan cómo mierda habían terminado en esa situación, Taehyung no sabría explicar el momento exacto en que los tres terminaron involucrados en una relación poliamorosa. No se quejaba en lo absoluto, Jimin era su amigo de infancia y había una absoluta confianza desde hace años, por lo tanto, sus sentimientos eran honestos desde pequeños.

Con Jungkook, fue todo distinto, el menor ingresó a su mundo gracias al rubio, ambos eran compañeros de universidad y conoció al azabache al ser invitado a su casa por Jimin. Le cautivó demasiado su belleza pero le daba celos que anduviera como patito pequeño detrás del mayor a todos lados, así que un día en su departamento, mientras Jimin se duchaba, le encaró pero el azabache aprovechó la oportunidad para callar sus reclamos con un beso.

Un beso que dejó a Taeyung con ganas de más, un beso que dejó a Jimin con ganas de ver más. Ese día el castaño por primera vez en su vida quería a dos hombres en su vida, Jungkook llegó a vivir con ellos semanas después de estar visitando la casa como si fuera propia, sin pena y remordimiento podía decir que los amaba a ambos.