Davies
Iba en la limusina, con Diane, Amy, Alex, Maggie y Addison. Todos hacían silencio, quizás pensando en todo lo que había sucedido en tan poco tiempo, todo lo horrible que había sido. Las muertes de Asher y Nick.
Diane frotaba la espalda de Amy mientras lloraba en silencio. Maggie se recostaba en el hombro de Addison, quien ya no parecía tener lágrimas, sólo dolor. Y como si quisiese ocultarlo o borrarlo, mantuvo el rostro impasible, aunque el rastro del llanto era visible.
Ojos rojos e hinchados la delataban.
Lo peor de todo era que recién era el comienzo de las amenazas; las pérdidas, el dolor, el sufrimiento, de los llantos.
Pero también era el comienzo de la guerra, cosa que les daba la oportunidad de vencerla, de acabar con Sarah una vez por todas, porque era cansativo solo de pensarlo; el tener que luchar continuamente con ese nivel de poder y peligro.
Con ese nivel de maldad que oscurecía el alma de aquella mujer, quien de seguro muy pronto anunciaría su regreso de una forma que no podían imaginar para preparase, porque Sarah era para nada predecible.
Y no era una novedad para ellos.
Alder
En el mismo coche que habían utilizado iban él, Sophia, Jenny, Eli y los niños detrás, ya se habían despertado y preguntaban todo lo que había sucedido, cosa que era difícil de explicar, principalmente porque ellos no habían tenido todos los detalles, así que la mayoría de las respuestas venían de Jenny.
-¿Y ha sido tan horrible como lo dices?- preguntó Zachary.
Jennifer asintió, clavando la vista en el vacío, algo deprimida.
-Terrible. Sarah da mucho miedo, de verdad- pronunció, suspirando.
-Ella nos ha dejado inconscientes- informó la pequeña Riley, con hastío-. ¿Qué hay de Jessie y Jason?
-Deben estar ya cerca del pueblo al que nos mudaremos, Dash cuando fue les consiguió un coche y se los llevaron, Jason estaba herido- informó.
Zachary asintió.
-Le han dado una buena paliza- dijo, haciendo una mueca.
Addison
Sentía que todo su interior dolía, ya sentía que extrañaba a Asher porque no lo sentía allí protegiéndolos, haciéndose el chistoso o divirtiéndose con su fuerza.
Y no lo sentiría nunca más. Ya no lo vería nunca más.
Quería acabar con Sarah porque le había quitado gran parte de todo lo que tenía. Quería a Maggie, quería a Isaac, pero ellos no eran más que chicos con los que había tenido que convivir toda su vida sin tener demás opciones, porque esa era su naturaleza, la de un individuo nacido de un rayo, y no era la mejor de las vidas.
Asher era su hermano biológico, lo que quedaba de su familia verdadera luego del asesinato de sus padres. Causado por Anabella, la madre de Sarah.
Esa estúpida mujer le había quitado todo lo que tenía, sus padres y ahora su hermano, y no podía compartir ese dolor con nadie porque nadie sentía lo mismo que ella, nadie sufría con esa intensidad por Asher. A nadie le importaba demasiado.
Amy
El hecho de no poder haber hecho nada para ayudarlo, o para honrarlo era atormentador. Si estuviese allí con ellos seguramente se estaría admirando a sí mismo por haber armado el plan que por poco había acabado con él pero que de todas formas había funcionado.
ESTÁS LEYENDO
El Legado Del Lobo (I)
FantasyDicen que la curiosidad mató al gato, pero en este caso, la curiosidad no mató a Olivia, sino que dio un giro dramático a su vida. Cuando entró al departamento de su vecino al escuchar ruidos raros, no se había imaginado que allí estaría un chico d...