La Maledizione Di Turkey - Parte Tres

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A Jacob y el resto de sus compañeros les llevó alrededor de quince minutos dar con el hotel de Beauty Village, hasta que al fin lo lograron.

Aquel edificio era el más amplio y alto de todo el pueblo, aunque tampoco se trataba de la gran cosa en cuestión de altura.

Jacob alcanzó a ver que a lo mucho tenía cuatro pisos de altura y hasta ahí.

La pintura exterior era de un color crema con detalles ciertamente lujosos en cada ventana perteneciente a las habitaciones para hospedaje.

—Hasta que al fin llegamos —soltó feliz Elliot.

—Ya era hora —habló también Tania.

—Andando —anunció Gina y el resto de los compañeros comenzaron a seguirla al interior del hotel.

Jacob detectó que Abbey se le notaba una furia indescriptible por el simple hecho de que a Gina la estaban tratando como la líder.

Aquella escena fue de un gran placer para Jacob en el sentido de que por lo menos los caprichos y la prepotencia de Abbey no estaba surtiendo ningún efecto en todo el grupo.

Una vez adentro del hotel, Jacob vio que todo se veía lo suficientemente cómodo como para que por un momento olvidara lo tétrico que había sido aquel sendero de terracería.

Volviendo en sí Jacob, pronto observó cómo Gina se acercaba al mostrador de la recepción del hotel.

—Buenas tardes.

El recepcionista del hotel era en realidad una mujer, cuyas facciones del rostro la hacían ver alrededor de treinta y cinco años, de cabello negro peinado en un molote.

—Buenas tardes, señorita. ¿En qué la puedo ayudar? —saludó formalmente aquella recepcionista.

—Nuestra universidad nos reservó hospedaje en este hotel por cinco días y cuatro noches hace una semana atrás —respondió Gina.

Jacob vio que la recepcionista lanzaba una mirada evaluadora a todos los presentes después de haber buscado en el sistema de su computadora la información que le estaba notificando Gina.

— ¿Ustedes son alumnos de la Universidad de Vital Strength? —preguntó la recepcionista.

Antes de que Gina respondiera a la pregunta, Abbey se le adelantó con todo el ego del mundo.

—Así es señora. Y yo, como representante oficial de la Universidad de Vital Strength, le solicito que nos entregue las llaves de nuestras habitaciones.

La recepcionista con el rostro ofendido comenzó a buscar las llaves para las habitaciones del hotel, hasta que al fin las encontró.

—De acuerdo. Les fueron asignadas tres habitaciones —hizo una pausa la recepcionista y continuó—. Habitación Cuarenta y Cinco. Habitación Cuarenta y Seis. Y habitación Cuarenta y Siete.

Conforme fue enunciando cada habitación, la recepcionista fue entregando una llave con el número grabado en un llavero redondo.

—También tienen derecho a pasar el rato en la piscina hasta máximo la medianoche, además de que pueden disfrutar de nuestro buffet a cualquier hora en el restaurante —anunció la recepcionista con la suficiente amabilidad del mundo—. Excelente tarde aquí en Beauty Village.

Dicho aquello, la recepcionista volvió a enfocarse en sus cosas, dejando en paz a Jacob y sus compañeros.

—Pues andando —anunció Gina para comenzar a caminar hacia las habitaciones asignadas.

Jacob y Adam la siguieron, sin prestar atención a la furia que reflejaba Abbey en su rostro por volver a ignorar su presencia caprichosa.

Conforme fue siguiendo a Gina a través de las escaleras del hotel, Jacob se dio cuenta de que en realidad sus habitaciones asignadas habían quedado en el último piso alto del hotel, razón por la cual soltó un suspiro de alivio al haber llegado a dichoso piso tras subir las escaleras.

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