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BeomGyu era un top model en la escuela, miradas por ahí, miradas por allá, en la calle siempre se le quedaban viendo y le tomaban fotos porque pensaban que era modelo o algo por el estilo. Pero la realidad es que no.
BeomGyu era un chico de pueblo que había ingresado a la universidad hace unos meses, con esfuerzo y dedicación pudo conseguir entrar a la universidad y en un puesto demasiado alto.
Había varios rumores sobre él, de que fingía ser de escasos recursos para mantener su identidad o como prueba para saber sí alguien lo quería como era o no.
Luego estaban las chicas necesitas. Decían que BeomGyu era el tipo de chico que iba con una y después de con otra, o que solamente tenía un buen polvo para quitarse el estrés y desecharlas al día siguiente.
Cosa que no era cierta. Ya que BeomGyu no salía de su casa más que para ir a estudiar o con sus pocos amigos que lo invitaban de vez en cuando a lugares para comer.
El tipo de ropa que usaba era comúnmente negra, pensaban que era uno de esos "emos" mal de la cabeza, pero fue todo lo contrario.
BeomGyu amaba la ropa negra desde que estaba en la preparatoria. Sólo que nunca pudo tener el gusto en ese momento ya que el colegio donde iba exigían uniforme escolar.
BeomGyu era amable, simpático, estudioso, inteligente, intelectual, energético, deportivo y sonriente. Cosa que hacía derretir a cualquier persona que se le acercaba o miraba.
BeomGyu sabía de su popularidad en la universidad, incluso sobre los rumores sobre él, pero afortunadamente él los pasaba de largo, las miradas sobre él solamente las ignoraba y todo por una razón en especial.
No, no solamente es por estudiar y tener una carrera buena.
También era por alguien, alguien muy especial para él desde que ingreso a la universidad.
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—Bien, bien, dejen de besarse. —Dijo BeomGyu un tanto harto de las muestras de cariño entre sus amigos—. Estábamos en la hora del almuerzo, ¿no pueden ser más considerados?
—¿Celoso Potter? —Preguntó YeonJun sacándole la lengua para abrazar a su novio por el cuello—.
—Uy si, mucho. —Dijo con sarcasmo—. Miren como ardo de celos. —Fingió estar molesto—. Obviamente no. Solamente odio escuchar sus besos mientras como.
