|| CAPÍTULO 19 ||

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En cuanto Jeongin llegó al departamento luego de despedirse de su amigo peliazul, decidió aprovechar su soledad temporal para relajarse, el mayor probablemente llegaría tarde, por lo cual tenía tiempo para comer, tomar un baño y descansar un poco.

Todo iba perfectamente bien, tal y como el menor lo había planeado. Luego de mucho tiempo, pudo comer de nuevo su platillo favorito y en esos momentos se encontraba disfrutando de un baño mientras tarareaba una canción... Sin embargo, su burbuja de tranquilidad se vio interrumpida en cuanto su celular comenzó a sonar.

Soltando un bufido, estiró su mano hacia la mesita al lado de la tina, tomando el pequeño aparato y respondiendo. Al escuchar la voz al otro lado de la línea, su mueca se transformó inmediatamente en una enorme sonrisa. Se trataba de su hermano; aquel al cual llevaba años sin ver y ahora le llamaba para hacerle saber que pronto se mudaría a Busan y que en unos días le estaría visitando, definitivamente la mejor noticia que podría haber recibido.

La relación que tenía con su hermano se podría describir como de mejores amigos, a pesar de que se llevasen 5 años, su hermano y él siempre habían sido bastante cercanos... Sin embargo, todo aquello cambió hace casi tres años atrás cuando el mayor decidió mudarse de país para conseguir mejores oportunidades de empleo. Jeongin en un inicio se molestó, sin siquiera querer despedirse de él, argumentando que le estaba abandonando, pero con el tiempo, comprendió que no había sido así, y luego de ambos disculparse, lograron continuar con su cercana relación como siempre, aunque ahora, con la distancia de por medio... Porque sí, luego de casi 3 años, era la primera vez que se volverían a ver, y ninguno deseaba esperar más por ello.

Luego de ponerse un poco al día con lo que a cada uno le había ocurrido desde la última vez que hablaron, el mayor se tuvo que retirar, prometiendo llamarle pronto. Ambos se despidieron y Jeongin estaba dispuesto a seguir con su relajante baño, hasta que nuevamente fue interrumpido por otra llamada. Era Jisung, quien sólo le llamaba para hacerle saber al menor que las cosas con su madre habían ido bastante bien y que esa noche se quedaría a dormir con ella. Jeongin se alegró por su amigo, y luego de despedirse de éste, deseándole suerte, decidió que su momento de relajación se había esfumado.

Luego de colocarse su bata de baño, el peliblanco se encaminó hacia la cocina con intenciones de preparar unas palomitas para comer, mientras disfrutaba la película que acababa de escoger. Mientras esperaba a que éstas estuviesen listas, escuchó el timbre de su departamento sonar, y luego de asegurarse de que las palomitas no se quemarían, fue a abrir la puerta, sin tomar importancia al hecho de que no llevaba nada debajo de su bata, y mucho menos, a revisar quién era la persona detrás de la puerta antes de abrir.

-Hol...- El chico al otro lado de la puerta no pudo terminar la frase, pues ésta se cerró tan pronto como fue abierta.

El peliblanco entró en pánico. ¿Qué hacía Hyunjin en su departamento?, peor aún, ¿cómo sabía dónde vivía?, ¿qué debía hacer?, ¿debería abrir?, no podía dejarlo ahí hasta que se fuera... ¿o sí? Demasiadas preguntas y pocas respuestas rondaban en su cabeza, por lo que simplemente decidió actuar.

-Hola... Yo... Lo siento, ya sabes, por... cerrar la puerta.- Saludó evidentemente nervioso.

-No te preocupes, afortunadamente no me golpeó tan fuerte para afectar mi belleza.- Le sonrió de lado, recargándose en el marco de la puerta.

-¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo sabes que este es mi apartamento?- Preguntó frunciendo el ceño, sin ignorar que el mayor no dejaba de mirarlo... ¿Qué le pasaba?

-Bueno... Digamos que recibí un poco de ayuda de Minho.- Le guiñó un ojo.- Y bueno... Te dije que necesitaba que me ayudaras a estudiar, aunque no sé si me pueda concentrar contigo usando sólo una bata.- Dijo juguetón.

Say You Hate Me || Hyunin ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora