Todo parece ir totalmente de maravilla, la obstetra me informaban que mi esposa saldría mañana por ahí de medio día, tener a mi hija en mis brazos borró toda barrera que había alzado desde hace un mes. Y aquella mujer que me daba mi felicidad, Karla estaba dormida, después de tomar algunas fotos con nuestra bebé quedó dormida, aún no salía de la habitación, así que tenía en brazos a ese pequeño ser tan frágil, busqué a los padres de Karla y a los míos, cuando me vieron con la bebé saltaron hacía mi. Mi único objetivo estaba en un solo humano, por ende, lo busqué pero no había señal de él.
—Está tan hermosa nuestra nieta, Carlos. – Susana fue la que ya tenía en brazos a la nena.— Tendrá el cabello castaño de Karla y sus labios. Es tan hermosa.
—Caroline, felicidades hija, gracias por darnos una nieta tan preciosa. – Estaban felices y aún no sabía cómo decirle el resto.
—Le deberían de dar las gracias a Karla, ella fue quién me concedió ser madre de nuevo. – Y estaba que no cabía de la ilusión de ser mamá de nuevo.
—Hija felicidades, es tan chula la bebé. Se parece a ti.
Habían pasado dos semanas, dos semanas dónde no contemplé ir al trabajo, tampoco se sabía quién estaba desviando el dinero.
Pero eso no indicaba que estaba sin hacer nada, Payton despertaba a cualquier hora de la madrugada solo para comer, Karla seguía un poco mejor pero yo no dejaba que ella se levantara para ir por la bebé.*
*
*
Pov's Karla.Aún no sabía cómo interpretar todo lo que sentía por Caroline y más ahora que, me acaba de dar una hermosa niña. Line me había comentado que aún mis padres sabía de la condición de Payton, aunque considero que no debe de ser algo que ellos no acepten, en dado caso habría problema, no de mi parte, si no por ellos.
Por las madrugada ella es quien se despierta para ir por nuestro hija para que le diera de comer. Dejando todo esto a un lado, notaba a Caroline distante, sé que no estábamos en buenos términos antes, solo que ella no se anima a hablarlo.
El reloj marcaban la 1:48 am, cuando escuché los llantos de mi hija, quizás era mi turno de ir por ella, iba a medio camino cuando sus llantos se calmaron.Caroline estaba con ella en la mecedora mientras la arrullaba.
—Tranquila mi amor, no hay que despertar a mami, hay que dejar que descanse. – Lo decía con una voz infantil. — Sabes? Cuando llegues a la adolescencia tendrás a tantas chicas detrás de ti, serás una rompecorazones, pero no dejaré que tengas novia, aunque creo que tu madre te castigaría., Pero por ahora esperemos que seas tan fuerte como te ves. –Que grandes anécdotas Caroline. — Pronto estará tu hermana con nosotras.
¿Que? ¿Cómo que hermana?.
Me alejé con tantas dudas, decir que no pude dormir por pensar eso, está de más. Al amanecer regresé al cuarto de Payton pero no estaba, así que me di una ducha con agua calentita. No demoré mucho ya que la bebé no había comido desde ayer.
Bajé al primer piso para encontrarme con Antonella.—Buen día Anto, ¿Has visto a mi esposa e hija?. – Pregunté.
—Buen día señora Karla, la Señora Montero está en el jardín con la niña Payton.
—Gracias, y otro favor, podrías llevarme el desayuno al jardín.
—Claro que si señora, con su permiso. – Se esfumó hasta llegar a la cocina.
Tal vez, era el momento de empezar a que la confianza esté en el matrimonio, no será fácil. Llegué a cómo pude al jardín y miré a mi esposa en un hamaca con Payton en su pecho dormidita. En la mesita que había, cogí un vaso con agua, tenía mi garganta seca. Traté de no hacer ruido pero fue imposible.
—Buenos días, debiste seguir descansando, no había prisa para que bajaras.- Me comenta Caroline.
—Buenos días.– Avancé hasta llegar cerca de ellas, besé sus labios, aunque fue un beso fugaz, lo sentí la gloria. — Mi espalda ya no soportaba estar en esa cama, moría por respirar aire fresco.
La cara de Caroline era un poco dudosa.
—Comprendo, si me hubieras dicho que querías salir te ayudaría. – Me dió una cálida sonrisa.
—No quería molestar. –Quedamos en silencio, hasta que tuve que romper de nuevo el hielo. —¿Puedo preguntar algo?.
—Puedes Karla.
—¿Tienes otra hija?. –El movimiento de su cuello para verme fue tan rápido que, tronó de una manera que hasta yo me asusté.
—Auch.– Se sobó un poco. —Me escuchaste por la madrugada no es así. – Asentí. — Bueno hmmm, que puedo decirte.
—La verdad, sería lo ideal. – Ella asintió.
—Se llama Emily y claramente no vive conmigo.
—¿Está con su otra madre? –Negó.— ¿Entonces?.
—Emily por ahora está con sus abuelos, por afanes de la vida, Ana, la madre de Mily tuvo un accidente en el cuál quedó en coma, no sé sabe cuándo despertará, sin embargo. – Hace una pausa. — Hace un par de meses abrió los ojos, me enteré y fui a verla, fue un movimento subconciente. Hasta ahora lleva 4 años sin despertar.
—¿Cuántos años tiene la pequeña Emily?.
—Va a cumplir 7, es mayor que Andy. Por ahora Mily y Payton son mis únicas hijas.
—Siento mucho lo que sucedió con lo de Andy. – Negó.
—No tengo culpa de aquello, menos el pequeño.
—Quiero conocer a Emily, ¿Dónde vive?, ¿Tiene buena vida?.
Hay Karlita, si supieras que tiene un país entero para ella sola. –Pensó Caroline.
—Emily, es hija de la Princesa Ana Harrison Y mía. – Cuando escuché eso, un bote, no, un bote no, una cisterna de agua helada me cayó encima.
—No juegues conmigo Caroline. –Quizas mi cara era todo un poema porque ella se reía de mi. — Es que en verdad que no te creo.
—No es ninguna broma, es más puedo corroborar lo que te digo. – Sacó si celular de su short y marcó a alguien.
Al tercer tono respondieron la llamada.
—Hola mami. –Se escuchó la vocecita de una niña.
—Hola cariño, ¿Cómo has estado?.
—Muy bien, mis abuelos me dijeron que no pudiste venir porque estabas ocupada.
—Asi es cariño, no fui porque tu hermanita estaba por nacer cualquier momento.
—¿Tengo una hermanita mamá? —Gritó con alegría.
—Si cariño, se llama Payton- Le mostró a la bebé. — Pronto iremos a visitarte, la mami de tu hermanita quiere conocerte.
—Si quiero conocerla mamá. – Me entregó el celular. —Hola mami de Payton, gracias por darme una hermanita.
—Hola Mily, es que tu mami me dijo, Emily quiere una hermanita para jugar a las muñecas.
—Gracias. – Y colgó.
Era una niña tan linda que te juro que te enamoras de ella, tenía parecido a Caroline.
—Es tan linda. – Susurré secando mis lágrimas.
—Realmente lo es. Vive en Londres con los Reyes de esa nación.
*
*
*
Sé que es un poco corto el capítulo, sólo pasé a desear felíz navidad a todos los que leen estas líneas. Nunca pensé que mi antigua historia y la de ahora se leyeran, doy gracias a cada uno que pone su granito de arena para apoyarme, gracias y los quiero. Espero culminar este año está historia, para seguir subiendo nuevas ideas.Feliz Navidad. ❤️
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"No Pretendo Que Me Quieras"
RandomNarra la vida de una chica con una riqueza inmensa, sus padres son dueños de algunos viñedos en algunos países donde el vino es preferible. Caroline es cerrada en el sentido amoroso, poco amigable, los únicos amigos que tiene son contados, le gusta...